¿En qué se gastó el Gobierno el dinero de últimas dos reformas tributarias? Anif lo reveló
El centro de estudios económicos dice que todo indica que el país se gastó buena parte de los ingresos de las dos reformas tributarias en el subsidio a los combustibles.
En la postpandemia el país ha realizado dos reformas tributarias, pero pese a eso las cuentas fiscales del Gobierno para 2024 y 2025 siguen mostrando unos grandes déficits fiscales.
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Un estudio de Anif revela que esto “parece reflejar un corto circuito en el manejo de las finanzas públicas”. Aunque dice que no es posible mencionar programas o gastos específicos que hayan sido financiados con los recursos adicionales de las reformas, asegura que “todo indica que el país se gastó buena parte de los ingresos de las dos reformas tributarias en el subsidio a los combustibles”.
Cabe recordar que los ingresos asociados a las reformas tributarias de 2021 y 2022 le han dejado al Gobierno ingresos adicionales por $24 y $30 billones adicionales (1,5% y 1,8% del PIB, respectivamente), para un total de $54 billones.
Y el costo del subsidio a los combustibles en las cuentas del Gobierno durante los últimos dos años ha sido de $49 billones, casi equivalente a los $54 billones provenientes de las dos reformas tributarias.
“El FEPC se comió el recaudo tributario adicional. Si a esto le sumamos la cuenta de mayores intereses de $39 billones promedio en 2023 y 2024 frente a lo que se proyectaba en 2020, las dos reformas tributarias solo alcanzan para cubrir el 61% de estos dos gastos adicionales (mayores intereses y subsidios combustibles)”, se lee en el informe de ANIF.
Finalmente, el centro de estudios económicos concluye que “el esfuerzo fiscal del país en materia tributaria no ha tenido el efecto esperado en las cuentas fiscales, ni en la composición del gasto. El Gobierno debe avanzar en la negociación del retiro del subsidio a los combustibles, atendiendo el llamado del gremio del transporte que está sufriendo de unos niveles de baja rentabilidad por cuenta de la metodología de los cálculos de los fletes, la alta informalidad del sector y los sobrecostos asociados a los constantes paros y bloqueos, y de forma más amplia a la creciente inseguridad”.