La W conoció que en el Senado de la República están con cero pesos en las cuentas porque el Ministerio de Hacienda no ha dado luz verde para usar una parte del presupuesto de esa entidad.

Las directivas del Senado llevan detrás del ministro Ricardo Bonilla casi mes y medio, pidiéndole que levante la partida presupuestal para usar los recursos asignados a la entidad, pero aseguran que la respuesta del ministro es como la famosa frase del presidente Milei: “no hay plata”.

Hasta la fecha, la Dirección Administrativa del Senado le debe a los contratistas su sueldo del mes de mayo. Además, han dicho que es posible que les paguen por allá en julio cuando, además, ya se habrá vencido el sueldo de junio.

No es que falten 100 o 200 “milloncitos” para pagar unos contratos por ahí: el Ministerio le debe al Senado nada más y nada menos que 26.500 millones de pesos.

El problema es que, además de la colgada que tienen con los contratistas, no tienen para tiquetes, gastos de funcionamiento, cafetería, alimentos y bebidas, servicios financieros, de transporte, de distribución de electricidad, agua y gas.

El presidente saliente del Senado, Iván Name, ya enteró a quien parece su seguro sucesor, el conservador Efraín Cepeda, de lo que le esperaría en cuestión de finanzas. No parece muy halagador el panorama del Senado por cuenta de la apretada en la que los tiene el ministro de Hacienda.

¿Qué responde el Ministerio de Hacienda?

Fuentes del Ministerio de Hacienda le respondieron a W Radio que desde el pasado 18 de junio se descongelaron las cuentas de todos los ministerios y entidades luego de que se hizo el recorte presupuestal.

Lo que está ocurriendo es un asunto al margen de eso. Nos aseguran que el Congreso está pidiendo el levantamiento previo de una partida presupuestal, que es un trámite que el Legislativo debe solicitar de forma justificada para que haya certeza de que vayan a usar esos recursos.

Tras ello, el MinHacienda se demora 11 días en el análisis y así les permiten usar la partida presupuestal.

Es decir, es un trámite que deben realizar todas las entidades y cada una analiza en qué momento realiza esas solicitudes para cumplir con las obligaciones que tienen.

La pregunta entonces es si el Congreso se demoró en solicitar el uso de esos recursos, si priorizó otros gastos o si en el Ministerio de Hacienda se demoraron en hacer el trámite y no les quieren dejar usar esa plata.