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Al Oído: presidente, un Gobierno que dice buscar Paz Total no puede amenazar al periodismo

Haga un cese al fuego de sus ataques a periodistas y medios. En un país tan violento y polarizado, las hogueras a las que se lanza a quienes lo cuestionan son todo lo contrario de la defensa de la vida.

Al Oído: presidente, un Gobierno que dice buscar Paz Total no puede amenazar al periodismo

Presidente Gustavo Petro, haga un cese al fuego de sus ataques a periodistas y medios. En un país tan violento y polarizado, las hogueras a las que se lanza a quienes lo cuestionan son todo lo contrario de la defensa de la vida.

Los periodistas no somos sus enemigos: sus verdaderos enemigos están muy cerca de usted.

Creemos que somos un país que busca la Paz Total en un Gobierno que se hizo elegir prometiendo un cambio, en una posesión en la que el discurso del presidente prometió que sería el gobierno de todos y que llamaba a una reconciliación.

Frente a los ojos de todos, se habló de correr la línea ética y prefirió guardar silencio, en la que congresistas actuales en campaña hicieron llamado a quemar opositores y en el que se fortalecieron ejércitos digitales que, con reuniones eventuales con el mandatario, los más grandes influenciadores y algunos periodistas que dicen ser independientes son invitados recurrentes para afilar estrategia con un solo trasfondo: defender al Gobierno.

Con preocupación, desazón, miedo y sorpresa encontramos muchos la narrativa sistemática que tiene el mandatario contra medios de comunicación tradicionales y señalando a periodistas con recurrencia, un hecho que le va a costar mucho a la democracia.

Un país que se mantiene en guerra siempre ha generado ataques a sus periodistas, quienes son los testigos “fantasma” que molestan a los hilos del poder y que muchos quieren mostrar como los victimarios del cuento, independientemente del Gobierno, pues es algo transversal a la política colombiana.

En la actualidad, la diferencia es que la libertad de prensa se defiende dependiendo quién sea el atacado, con un doble rasero y una dosis enorme de hipocresía. La cultura de la cancelación crece y hoy se empieza a construir un camino a la censura de querer tapar el sol con un dedo.

El presidente Petro pretende que no vaya a juicio el funcionario cuestionado ni quien tiene acciones que aparentemente “corren la línea ética”, sino que sea llevado el que desarrolla los sucesos que pretenden quedarse en la opacidad de sótanos oscuros: los periodistas.

Por eso lamento la reiterada descalificación que realiza el presidente Petro a los periodistas, pretendiendo restar su valor y credibilidad mientras dejan un camino minado para esos ejércitos digitales que aumentan sus audiencias desde la violencia del insulto y la calumnia que vuelven viral en segundos.

No hay que olvidar que los ataques sistemáticos de un gobernante a la reputación de un periodista o medio son un atentado a la libertad de prensa.

Hay que recordarle al presidente y a sus funcionarios, por poderosos e intocables que se crean, que el deber que tienen es gobernar para todos y cumplir, no estar descalificando periodistas. Que sea el ciudadano el que elija en su libertad que elige consumir.

Las pone lápidas a quienes le cuestionen, como la última etiqueta que le puso al periodismo de ‘Mossad’, o sus trinos atacando a periodistas y rotulándolos al creerse incuestionable, pero no abre los cajones de lo oscuro que pasa en su Gobierno para dar respuesta. Preocupa. Cuanto más va a quemar su gobierno y sus banderas por lanzarse al fuego por funcionarios poderosos.

Hoy el periodismo va más allá de la información como en otros momentos. Este permite en la modernidad que los periodistas tengamos un sentido crítico de la realidad, que tengamos opiniones sinceras frente a la audiencia y que, ni más faltaba, en la libertad individual cada uno contraste y consulte a quienes le guste.

Nos quieren llevar a que sólo vale el relato del presidente Petro, de su Gobierno y el llamado es a no cuestionar. El periodismo, por naturaleza, duda y cuestiona, por lo que no comprendo por qué resulta tan difícil para el señor presidente que preguntemos cosas esenciales que son de interés nacional.

La gente no es tonta, esos ataques pasarán factura y ojalá empiece a reconciliar sus palabras. No se puede con una mano hablar de Paz Total y con la otra atacar periodistas.

Tenga un mínimo de autocrítica y enaltezca sus banderas, presidente, no las entierre por la ceguera o favores que se deban a funcionarios que hoy creen merecer un trato privilegiado posando con cinismo y desde un atril de una moral que no tienen.

Un consejo: no olvide a quienes siempre han acompañado las luchas que la verdadera izquierda defiende y que hoy su gobierno contradice.

Al Oído: presidente, un Gobierno que dice buscar Paz Total no puede amenazar al periodismo