Denuncian maniobra de abogado estadounidense que afectará a víctimas de Chiquita Brands

Después de un prolongado litigio, varias firmas de abogados estadounidenses lograron una condena civil en Estados Unidos contra Chiquita Brands.

Un jurado condenó a la multinacional bananera patrocinadora de grupos paramilitares a pagar más de 38 millones de dólares a un grupo de 16 demandantes. El fallo, de por sí, es importante para esas familias, pero sobre todo abre un espacio para que los miles de víctimas de las acciones de los paramilitares en la zona de Urabá puedan ser indemnizadas por sumas importantes.

Las noticias son buenas para las personas que sufrieron el asesinato de sus seres queridos por acción de las llamadas Autodefensas y que fueron masivamente desplazadas de la región y, en algunos casos, expoliadas sus tierras.

Algunos de ellos fueron obligados a firmar escrituras con un fusil en la espalda con la complicidad de ciertos notarios de Córdoba y Antioquia y de funcionarios nacionales de la Superintendencia de Notariado y Registro.

Si todos recibieran una reparación similar a la del grupo de víctimas amparado por el reciente fallo de una corte de West Palm Beach, las indemnizaciones sumarían más de 16.000 millones de dólares. Esto tendría tres efectos: primero, sacaría de la pobreza a miles de personas; segundo, constituiría una inyección económica grandísima para esta región de Colombia y tercero, pondría a Chiquita Brands al borde de la bancarrota.

Pero Chiquita se sacó un as de la manga el pasado viernes 21 de junio. Presentó juntamente con un abogado llamado Paul Wolf un plan para “posible resolución de 2.500 demandas contra Chiquita”.

El señor Wolf hizo apareció en Apartadó hace años y logró que más de 2.000 personas le firmaran poderes.

Con esos poderes no buscó la mejor reparación para los afectados, sino que negoció con la bananera para que la indemnización a las víctimas se reduzca a 1.374 dólares con 74 centavos por cada persona muerta. Algo más de cinco millones y medio de pesos.

Los cinco millones por muerto deben ser divididos entre todos los familiares que terminarán recibiendo apenas unos pocos pesos como reparación.

Una infamia frente a las personas que demandan justicia.

El costo total para Chiquita por todas estas víctimas, representadas por Paul Wolf, será de un poco más de 3′400.000 dólares cuando, debía ascender al menos a 4.000 millones de dólares.

En la operación pierden las víctimas su derecho a una indemnización justa, gana Chiquita Brands y también gana el abogado Paul Wolf.

Este abogado que llegó al acuerdo tan conveniente para la multinacional se meterá al bolsillo 4′224.000 dólares sin importar cuántos acuerdos con víctimas realmente se concreten.

Lo quiero decir con todas las letras, y en el ejercicio del sagrado derecho de opinión: el abogado Wolf se vendió a Chiquita. Las 2.500 víctimas representadas por él apenas recibirán monedas después de tanto sufrimiento.

Es importante anotar que ese acuerdo solo afecta a las personas representadas por el abogado Wolf, otros miles de víctimas seguirán reclamando una reparación justa como la reconocida por un jurado de Florida la semana pasada. Hay reclamos pendientes ante las jurisdicciones de Florida, Washington DC y Ohio donde opera la sede central de Chiquita.

Pablo Rueda es un abogado colombiano, que ha participado en el juicio contra Chiquita, y que como experto hizo un informe sobre la tasación del daño a las víctimas. Ese informe sirvió para que la multinacional fuera condenada recientemente.

El concepto de Rueda fue vital para lograr una indemnización justa para un grupo de víctimas.

Ojalá los campesinos que le firmaron un poder a Paul Wolf puedan encontrar una solución frente al negocio que hizo este abogado con la multinacional en contra de la reparación real para estos miles de víctimas.