“La vagina nunca se lava, nunca se le aplica ningún tipo de jabón”, advierte experta

En una entrevista con el programa Salud y Algo Más de W Radio, la Dra. Naty Martínez Cifuentes, ginecóloga y especialista en salud íntima y hormonas, compartió su amplia experiencia sobre la importancia del cuidado íntimo femenino.

La doctora enfatizó la falta de educación adecuada sobre el cuidado íntimo, mencionando que “hay pocos estudios realmente a nivel mundial, serios y con gran criterio” y que muchas veces, el conocimiento se transmite a través del linaje materno en lugar de fuentes médicas confiables. Resaltó la importancia de saber qué productos usar y cuáles evitar, dado que algunos “tienen sustancias bastante abrasivas y dañinas con la mucosa vaginal”.

En cuanto a la limpieza íntima, aclaró una confusión común: “La vulva es la parte externa que todos vemos y la vagina es la parte interna (...) la vagina nunca se lava, nunca se le aplica ningún tipo de jabón y la vulva es la que se limpia”.

Recomendó el uso de agua para la limpieza diaria y, si es necesario, lociones limpiadoras tipo syndet que no contengan lauril sulfato de sodio ni fragancias, ya que estos componentes pueden ser muy irritantes.

Sobre el uso de productos durante la menstruación, la Dra. Martínez aconsejó optar por tampones y toallas de algodón 100% orgánico para evitar irritaciones y alergias causadas por químicos. También mencionó la copa menstrual como una opción eco-amigable y económica que reduce el riesgo de alergias.

Respecto a la hidratación íntima, señaló que es crucial comenzar antes de la menopausia. “La región vulvar es 7 veces más absorbente que cualquier otra parte del cuerpo y se altera con la alimentación, el estrés y los irritantes que aplicamos”.

Además, recomendó el uso de hidratantes específicos como los de Basana, que contienen ácido hialurónico, aceite de coco y extracto de hamamelis, y que ayudan a mantener la elasticidad y salud de la mucosa vulvar.

Finalmente, la doctora desaconsejó enfáticamente el uso de duchas vaginales, calificándolas de “cero recomendables” y explicando que pueden eliminar las bacterias protectoras y empujar las bacterias dañinas hacia el útero, causando infecciones y otras complicaciones graves.