“El ELN me dijo que mi secuestro fue planeado”: Karina Ramírez, sargento del Ejército

Karina Ramírez, sargento del Ejército que fue secuestrada el año pasado por ELN con sus dos hijos, habló en exclusiva para los micrófonos de La W e hizo fuertes denuncias contra la institución. Además, reveló detalles de su cautiverio.

“Durante mi secuestro, los comandantes del ELN fueron enfáticos en decir que mi secuestro fue planeado, inclusive cuando mi vehículo fue detenido, me dijeron que me demoré mucho para llegar, que me estaban esperando. Lo hablo ahora porque vengo presentado desde el momento de mi liberación una persecución constante en mi contra”, dijo para iniciar.

¿Quién ordenó su secuestro?

La sargento Ramírez contó que insistentemente le preguntó al comandante del ELN sobre las personas que habían dado la orden para ejecutar el plan, a lo que la guerrilla le contestó que habría sido desde el mismo Ejercito Nacional.

“¿Por qué yo? ¿quién dio la orden? y me respondieron “sargento, estamos en un proceso de paz. Las Fuerzas Militares están en caída y necesitan levantar la perspectiva que tiene el pueblo colombiano hacia el Ejército”. Ellos me dijeron que seguían órdenes y que las tenían que cumplir. Me dijeron que todo estaba coordinado e inclusive durante mi secuestro había tres personas encapuchadas que nunca hablaron. Uno de los comandantes me dijo que saludara a mis compañeros, me dijo “ellos son militares sargento, reaccione. Tranquila que ellos son de su mismo uniforme, son personas que trabajan para el Ejército, ¿usted cree que no hay personas infiltradas?”. Cuando él me dijo eso fue cuando me quedé sorprendida”.

Después de un año de su secuestro, le contó a La W que no ha recibido ningún apoyo por parte del Ejército Nacional, cero protecciones y que al contrario, por pedir permisos para sus citas médicas y psicológicas por secuelas, le han iniciado investigaciones disciplinarias.

“Mis problemas de salud se vinieron presentando después del secuestro. Siempre he procurado quedarme callada porque estaba protegiendo a la institución que amo y me doy cuenta de que el proteger a la institución resultó contraproducente. Un día un 30 de octubre, en cita de psiquiatría me llama la señorita teniente, Natali Buitrago, que es la psicóloga de la dirección de familia de BR23 y me dice textualmente “sargento no entiendo usted por qué no viene a trabajar y por qué se gana el sueldo sin trabajar. Cuénteme cuál es su situación”. Yo me le presenté y le dije que no entendía por qué me decía eso. A lo que ella me responde “qué hace en Bogotá, en citas médicas ¡Me importa un culo la situación de secuestro que usted vivió! Aquí le pagan por trabajar, no por asistir a citas médicas”.

W Radio se puso en contacto con la teniente Natali Buitrago y señaló que las afirmaciones de la sargento Ramírez eran totalmente falsas y que incluso, el día de la llamada, ella se encontraba con todo su equipo de profesionales del centro de familia militar quienes escucharon toda la conversación “y son testigos de lo que realmente pasó”.

Ramirez señala que su traslado a Arauca se dio de manera anticipada por el comandante del Ejército de ese entonces.

“Cumplí la orden y en mi cabeza dio muchas vueltas porque en el momento de que a mí me paró la guerrilla tenían hasta las placas de mi carro. Ellos me mostraron toda la información que tenían sobre mi vida. Tenían la calificación de mi polígono, datos personales; yo les pregunté de dónde habían sacado tanto y me dijeron “pues sargento, nosotros tenemos acceso a todo en el Ejército” y con más miedo quedé porque ¿Con quién estoy?”.

Los estudios de seguridad que se le han hecho a la sargento señalan que su situación es extremadamente peligrosa. Hasta el momento, ha recibido llamadas de supuestos funcionarios de la Unidad Nacional de Protección y sus hijos, según ella cuenta, fueron perseguidos por una camioneta.

“He recibido una serie de llamadas en las que me dicen que me tengo que quedar callada y no puedo abrir la boca. Me dicen que son funcionarios de la UNP con la excusa de una medida de protección y me citan en cafeterías, claramente yo no accedí. La Fiscalía me brindó medidas de protección y fueron claros en que yo era un testigo clave, pero me dijeron que me iban a esconder, que no podía seguir trabajando y que me iban a dar vivienda y comida, pero yo no puedo sostener mi hogar así y rechacé la medida. Ellos me dijeron que la protección me la iba a dar el Ejercito, pero no ha pasado nada”.

Escuche la entrevista completa a continuación: