¿Qué diferencia hay entre la cédula digital y la física? Características de cada una

La cédula de ciudadanía es un documento que deben portar todos los colombianos mayores de 18 años, con el fin de ser identificados ante autoridades, entidades administrativas o judiciales, para realizar trámites ante instituciones bancarias, participar en actos democráticos como elecciones, entre otra clase de escenarios; por lo tanto, al cumplir la mayoría de edad es fundamental solicitarla ante las oficinas de la Registraduría Nacional del Estado Civil que se encuentran en diferentes ciudades o municipios del país.

Sin embargo, desde 2020, los ciudadanos que sacan por primera vez este documento obtienen la cédula de ciudadanía digital, es decir, no la física amarilla con hologramas que comúnmente se conoce y de la cual es expedida a partir de los 2000.

¿Qué es la cédula digital y por qué es importante?

De acuerdo con lo informado por la Registraduría Nacional del Estado Civil, la cédula digital “es el nuevo documento que identifica a los colombianos desde diciembre de 2020″ y que se expide a través de dos formatos; el primero, corresponde al físico que es una “cédula de seguridad personalizada en policarbonato” y; el segundo, se trata de la versión digital que se activa por medio de un smartphone iOS o Android.

Su implementación en el país resulta importante porque permite que los colombianos accedan a “los servicios digitales del Estado y, en general, de todas las entidades que prestan servicios a través de Internet” de una manera óptima, sencilla, rápida y confiable, según lo manifestado por la Registraduría. Además, aportaría una serie de beneficios a la ciudadanía:

• Mayor seguridad.
• Imposibilidad de que sea falsificada o adulterada.
• Identificación y autenticación biométrica.
• Identificación no presencial en trámites por Internet.
• Evita la suplantación o usurpación de la identidad.
• Garantiza la protección de datos personales, así como genera confianza en los trámites que se adelanten en entidades públicas o privadas.
• Permite la verificación de la identidad de forma segura por parte de las autoridades competentes, entre otros.

Ahora bien, es importante recalcar que quienes tengan la cédula de ciudadanía amarilla, no deben tramitar por el momento la cédula digital, pues su expedición es voluntaria; sin embargo, quien desee reemplazar la antigua, deberá pagar $68.900 COP.

Características de ambas cédulas

Según lo mencionado por la Registraduría, ambas cédulas tienen características únicas; por ejemplo, la versión digital tiene estándares de seguridad más elevados al contar con tecnología biométrica facial y dactilar; además, al ser activada en los smartphones se podrá visualizar correctamente e incluso ser presentada “en escenarios digitales no presenciales y presenciales, contando con las más altas condiciones para la seguridad de sus datos”, aclara la entidad.

De igual manera, su aspecto físico también permite que se diferencie de la amarilla, pues en la cara frontal guarda los datos del ciudadano; mientras que, en la posterior tiene un código QR, así como la identificación del documento en letras y números.

Por su parte, la cédula física amarilla que tiene la mayoría de colombianos, se caracteriza por emplear un holograma laminado, un fondo de seguridad antifotográfico “hecho con tintas metálicas, microtexto y código de barras que contiene un algoritmo de seguridad”; además, alberga la huella dactilar del ciudadano.

¿Qué diferencia hay entre la cédula digital y la física?

Además de lo ya mencionado, la principal diferencia que se debe destacar entre estos dos documentos es la seguridad, pues según lo afirmado por la Registraduría, la cédula amarilla tiene elementos que pueden llegar a ser vulnerados e incluso la identidad de las personas suplantada porque, es de recordar, que fue expedida por primera vez en el año 2000.

En cambio, la cédula digital, también en su versión física “cuenta con los más altos estándares de seguridad que evitan la adulteración y posible suplantación de la identidad de la persona”; de igual manera, ayuda a la digitalización del país al permitir que se lleve a cabo trámites no presenciales.