Así se vivió el Día D: el testimonio de un veterano francés sobreviviente

En diálogo con La W, Achille Müller, último sobreviviente del Comando de Paracaidistas de las Fuerzas Francesas Libres, compartió detalles acerca de su participación en la operación Overlord, nombre en clave del Día-D.

El coronel en retiro Müller fue invitado a los tres días de conmemoración del aniversario 80 del Desembarco de Normandía en Plumelec (Bretaña), la histórica operación militar efectuada desde el 6 de junio de 1944 por los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial, la cual supuso el punto de partida de la liberación de los territorios de Europa occidental ocupados por la Alemania nazi.

En el acto de conmemoración, Müller pronunció un emotivo discurso ante el presidente francés Emmanuel Macron en el que aseguró: “El primer muerto, un día antes del Día D, era francés y uno de mis amigos”.

Este amigo, contó Müller en La W, era muy querido para él: “Estaba en mi misma sección de instrucción y hacía parte de la avanzada. Saltó frente a unos alemanes que, en realidad, ni siquiera eran alemanes, venían de Georgia. No le preguntaron a él quién era y él nunca supo quiénes eran ellos. Simplemente lo mataron”.

Además, aseguró que nunca tuvo dudas de que los Aliados ganarían la guerra: “Nunca se me pasó por la cabeza que Alemania ganara”.

Sobre cómo llegó al Día D, es preciso mencionar que Müller tenía 17 años cuando tomó su bicicleta para huir de Forbach (cerca de Estrasburgo), su ciudad natal, la cual estaba ocupada por los alemanes y donde sería llamado para unirse a las filas nazis, lo cual para él era absolutamente impensable.

Por ese motivo, viajó hacia Inglaterra para unirse a las filas comandadas por el general Charles de Gaulle. La misma bicicleta con la que huyó de su casa le sirvió como moneda de cambio para comprarse el tiquete de tren hacia la Francia libre.

“En Algeciras, me monté en un barco hasta Gibraltar y allí fue donde el Ejército de los Estados Unidos me reclutó”, afirmó.

Una vez en las filas estadounidenses, Müller escribió una carta a las autoridades alemanas aclarando que se resistía a ser reclutado por ellos en contra de la voluntad de sus padres, con el fin de que no los persiguieran.

Además, relató que siente un profundo cariño por España debido a la ayuda que le prestaron para escapar: “Recuerdo mucho al hombre que me ayudó a atravesar los Pirineos, era un francés que se dedicaba a pasar gente a través de este tramo. Un primero de enero, ese hombre me ayudó a cruzar la línea limítrofe con España”, recordó.

Sobre su experiencia personal tras la llegada a territorio francés, Müller relató sobre su encuentro con las tropas alemanas cuando, a bordo de un Jeep, se encontraban haciendo redadas: “Nosotros teníamos una misión y era convencer a los alemanes de que el desembarco se iba a realizar en otras zonas, para que sintieran la amenaza. Entonces, por ejemplo, teníamos que hacerles creer que se iba a realizar un desembarco en Bretaña y evitar que hicieran algún bloqueo en el ingreso por España”.