Israel traslada a Estados Unidos que la operación en Rafah está “evitando daños civiles”
Estados Unidos ha pedido durante meses a Israel que presente un plan concreto para evitar la muerte de civiles ante cualquier operación militar a gran escala sobre Rafah.
El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, se reunió este lunes 20 de mayo en Tel Aviv con el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, a quien le mostró los planes humanitarios “aprobados e implementados” en Gaza para proteger a la población civil ante operaciones militares como la que se desarrolla en la ciudad sureña de Rafah.
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Así, Gallant le garantizó a Sullivan que su Gobierno ha realizado “esfuerzos significativos” para evacuar a los gazatíes de Rafah, “evitar daños civiles” y facilitar la prestación de servicios humanitarios.
Estados Unidos ha pedido durante meses a Israel que presente un plan concreto para evitar la muerte de civiles ante cualquier operación militar a gran escala sobre Rafah, en el extremo sur de Gaza, fronterizo con Egipto, y donde se han refugiado gazatíes que huían de la ofensiva israelí en otras partes del enclave.
Durante el encuentro, según la versión de la Casa Blanca, Sullivan reiteró a Gallant la oposición de Biden a una operación militar a gran escala sobre Rafah.
Sullivan también enfatizó la importancia de que Israel y Egipto acuerden la reapertura del cruce de Rafah “tan pronto como sea posible” para permitir la entrada de ayuda humanitaria y consideró “imperativo” que se abran todos los cruces terrestres posibles para que, entre asistencia y combustible al enclave, en riesgo de hambruna.
Según la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, (UNRWA) desde el 6 de mayo, cuando Israel empezó su operación en Rafah, solo 33 camiones han accedido al sur de Gaza, puesto que tanto el cruce de Rafah como el de Kerem Shalom permanecen cerrados.
Aparte de conversar con Gallant, Sullivan se reunió con el ministro del Gabinete de Guerra, Benny Gantz, rival político del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y con el miembro observador del Gabinete de Guerra, el ministro Gadi Eisenkot.
También se vio por separado con el líder opositor Yair Lapid, detalló la Casa Blanca.
Un “megapacto” con Arabia Saudí
En todos esos encuentros, según la Casa Blanca, Sullivan reiteró el “compromiso” de Estados Unidos con la “oportunidad” que se abre para que Israel pueda “asegurar su futuro y el de su gente a través de una región de Oriente Medio que esté más integrada”.
El propio Sullivan se reunió este fin de semana con Netanyahu y con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, con el que hizo avances para aumentar la cooperación en defensa entre Riad y Washington como parte de un “megapacto” que podría conducir a la normalización de relaciones entre Israel y el reino saudí.
Las negociaciones para ese “megapacto” pasaron a un segundo plano tras el estallido de la guerra en Gaza, pero se han reactivado en los últimos días y han cobrado mayor importancia en el marco de las conversaciones para poner fin a la guerra en Gaza y reconstruir el enclave.
De acuerdo a las autoridades israelíes, en su reunión con Sullivan, Gantz también puso sobre la mesa el ultimátum que dio este fin de semana a Netanyahu para que elabore un plan posguerra en Gaza que incluya un gobierno alternativo civil antes del 8 de junio. De lo contrario, ha anunciado que dejará el Gabinete de guerra.
Conversaciones con altos cargos palestinos
Aparte de verse con diferentes figuras de la política israelí, Sullivan se reunió con el primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Muhamad Mustafa, y con el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Hussein Al Sheikh, informó la Casa Blanca en otro comunicado.
Según ese comunicado, Sullivan habló con los dos altos cargos palestinos sobre la nueva agenda de reformas de la ANP y la “importancia” de que la comunidad internacional apoye a ese gobierno para que pueda tener éxito.
La guerra en Gaza también formó parte de las conversaciones, así como los esfuerzos de Estados Unidos junto a Catar y Egipto para lograr que Israel y Hamás lleguen a un acuerdo que permita un alto al fuego en la Franja de Gaza, la liberación de rehenes israelíes, la excarcelación de presos palestinos y la entrada de ayuda humanitaria al enclave.