Internacional

Presidentes de Guatemala y México hablaron sobre problemática migratoria

La cita entre Andrés Manuel López Obrador y Bernardo Arévalo se dio en Tapachula, sur de México.

Bernardo Arévalo y Andrés Manuel López Obrador. (Foto: ISAAC GUZMAN/AFP via Getty Images) / ISAAC GUZMAN

Los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Guatemala, Bernardo Arévalo, conversaron este viernes 17 de mayo sobre la migración en un encuentro celebrado en la ciudad mexicana de Tapachula (sur).

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El mandatario mexicano recibió a su par guatemalteco en una breve ceremonia en esta localidad fronteriza del estado de Chiapas, luego de lo cual iniciaron una reunión privada con sus respectivas delegaciones.

“Vamos a reunirnos, vamos a tratar (...) varios temas, y estoy seguro que van a haber frutos”, dijo López Obrador en una breve discurso de bienvenida para Arévalo.

“Queremos una frontera que una a nuestros pueblos, al pueblo mexicano y al pueblo guatemalteco; una frontera que nos permita desarrollarnos y crecer juntos, con beneficio recíproco”, dijo de su lado el presidente de Guatemala.

La canciller mexicana, Alicia Bárcena, explicó que en los encuentros privados se tratarán la migración, infraestructura fronteriza, desarrollo económico y seguridad en momentos en que la frontera es sacudida por la violencia de las bandas criminales.

La reunión de las delegaciones se inició poco después del mediodía y se espera que haya un mensaje posterior.

México ha sido paso habitual de cientos de miles de migrantes sin papeles que cada año buscan llegar a Estados Unidos escapando de la pobreza y la violencia en sus países.

La problemática migratoria se agudizó desde finales de 2018 a la par de la llegada a la presidencia mexicana de López Obrador, quien culmina su gobierno el 1 de octubre próximo.

Numerosas caravanas, algunas con miles de personas, han atravesado territorio mexicano desde la frontera con Guatemala, provocando fuertes tensiones con Estados Unidos.

México, particularmente tras el cierre de fronteras durante la pandemia de COVID-19, se ha convertido de facto en un tercer país seguro donde los migrantes esperan, a veces por más de un año, su cita en Estados Unidos para pedir asilo.

El proceso que se ha complicado además por las distintas disposiciones que ha adoptado Washington en materia de migración.