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U. Nacional advierte sobre grave riesgo de orden público y solicita apoyo al Gobierno

El comunicado lo firma el rector de la Universidad, José Ismael Peña y la vicerrectora, Lorena Chaparro.

Universidad Nacional/Cortesía

En una comunicación dirigida a altos funcionarios del Gobierno y la administración pública, José Ismael Peña, rector de la Universidad Nacional de Colombia, emitió una alerta sobre una situación de riesgo inminente que afecta el orden público, la convivencia y los bienes fiscales de la institución.

El aviso, fechado a un día del 16 de mayo de 2024, señala que se ha observado una escalada en los riesgos de orden público y convivencia en la universidad.

Esta fecha es particularmente significativa debido a la conmemoración de los 40 años del “16 de mayo de 1984″, un evento histórico en la memoria del país.

Los destinatarios de esta comunicación incluyen a la Ministra de Educación Nacional, Aurora Vergara; el Ministro del Interior, Luis Fernando Velasco; el Defensor del Pueblo, Carlos Ernesto Camargo; el Secretario de Seguridad, Convivencia y Justicia del Distrito Capital, César Andrés Restrepo; y el Personero de Bogotá, Andrés Castro Franco.

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En el comunicado, el rector Peña subraya la urgencia de un especial acompañamiento para la fecha mencionada, instando a estos funcionarios a tomar medidas en sus respectivas competencias para prevenir posibles desórdenes y proteger tanto a la comunidad universitaria como a los bienes estatales.

Peña hace un llamado enfático a estas autoridades, recordando comunicaciones previas en las que ya se advertía sobre el deterioro de la situación en la sede de Bogotá. La solicitud busca anticiparse a cualquier incidente que pueda derivar en afectaciones mayores al orden público y la seguridad en la ciudad, en un contexto que evoca eventos pasados de significancia histórica y social.

¿Qué se conmemora el 16 de Mayo en la Universidad Nacional?

El 16 de mayo de 1984, la Universidad Nacional de Colombia fue escenario de intensas protestas tras el asesinato de Jesús ‘Chucho’ León, presidente de Cooperación Estudiantil, y del profesor universitario Luis Armando Muñoz González. Lo que comenzó como una movilización pacífica en la mañana se transformó rápidamente en disturbios, conocidos como “tropel”.

Durante estos disturbios, se reportaron un bus quemado, una explosión y disparos dentro del campus. La respuesta de las autoridades fue rápida y aparentemente planificada. La Policía Nacional, el F2 y el Grupo de Operaciones Especiales (GOES) ingresaron al campus, y un cuerpo de seguridad incluso atacó a los estudiantes con armas blancas. A los capturados y fallecidos les colocaban capuchas hechas por la Fuerza Pública para evitar su identificación posterior.

Un total de 81 personas fueron detenidas, entre estudiantes, docentes, trabajadores de la Universidad Nacional y habitantes de la zona, sumando 70 hombres y 11 mujeres. Estas personas sufrieron golpes, torturas y agresiones sexuales por parte de la Fuerza Pública durante su traslado a centros de detención.

De los detenidos, 68 personas permanecieron en la Cárcel Distrital de manera irregular entre dos y cuatro semanas, y solo una fue judicializada y condenada. Al menos 46 personas resultaron heridas, cinco de ellas por disparos de la Policía Nacional. La masacre nunca fue esclarecida y no se pudo determinar el número exacto de muertos y desaparecidos.