Colombia solicitó a España el retorno de la Colección Quimbaya
La carta de solicitud fue firmada por Luis Gilberto Murillo, ministro de Relaciones Exteriores, y Juan David Correa, ministro de las Culturas, las Artes y los Saberes de Colombia.
Colección Quimbaya. Foto: EFE.
En una carta dirigida a José Manuel Albares Bueno, ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Reino de España, y a Ernest Urtasun Domènech, ministro de Cultura, el Gobierno de Colombia ha formalizado su solicitud para el retorno de la invaluable “Colección Quimbaya”, actualmente alojada en el Museo de América en Madrid.
La carta, firmada por Luis Gilberto Murillo, ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, y Juan David Correa, ministro de las Culturas, las Artes y los Saberes de Colombia, destaca la profunda relevancia de esta colección arqueológica y cultural para la nación sudamericana. La solicitud se enmarca en un esfuerzo por avanzar en las agendas globales de descolonización y en el reconocimiento del papel de los museos en este proceso.
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Una colección de valor incalculable
La “Colección Quimbaya” incluye bienes arqueológicos que datan del periodo Quimbaya Clásico, comprendido entre 500 a.C. y 300 d.C. Este conjunto fue entregado por el Gobierno colombiano al Reino de España en 1893, en circunstancias que hoy se reconocen como resultado de expolios realizados por guaqueros locales. La colección cuenta con 122 elementos de oro en el Museo de América de Madrid y 75 piezas en el Museo de Chicago, aunque decenas de objetos permanecen en paradero desconocido.
Entre las piezas destacadas se encuentran elementos de orfebrería y cerámica, algunos de más de 30 centímetros de altura y con un peso superior a 1,5 kilogramos. Las piezas, halladas en dos tumbas, se cree que fueron utilizadas en ceremonias relacionadas con la hoja de coca, en rituales de conexión entre la vida y el más allá, y como recipientes para las cenizas de figuras ilustres.
Un gesto hacia la soberanía cultural
El retorno de la “Colección Quimbaya” no solo representa la recuperación de un patrimonio cultural invaluable para Colombia, sino también un paso significativo en el reconocimiento de los derechos culturales de los pueblos y en la reivindicación de la soberanía cultural. En la carta, los ministros colombianos destacan el esfuerzo y la dedicación de las autoridades españolas en la conservación y protección de la colección a lo largo de los años, y ofrecen su apoyo para los trámites y gastos asociados al proceso de repatriación.
Este gesto, asegura la carta, sería una muestra de buena voluntad y cooperación entre ambos países que se alinea con los modelos internacionales de políticas de descolonización de museos, y sus implicaciones serían invaluables para el manejo integral de colecciones culturales.