Concejales de Bogotá instan al Gobierno a avalar contragarantía para la PTAR Canoas

Concejales de Bogotá enviaron una carta al presidente Gustavo Petro y al ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, instándolos a emitir el aval que permita acceder a los créditos necesarios.

PTAR Canoas. Cortesía: Acueducto

Bogotá

En un esfuerzo por desbloquear la construcción de la crucial Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Canoas, varios concejales de Bogotá han enviado una carta al presidente Gustavo Petro y al ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, instándolos a emitir el aval para la contragarantía que permita a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) acceder a los créditos necesarios.

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La misiva, suscrita en el marco de la conmemoración del Día del Río Bogotá, subraya la importancia del proyecto para el tratamiento del 70% de las aguas residuales de la capital y el 100% de las de Soacha, beneficiando a más de 7,3 millones de personas.

Según los concejales, pese a los avances realizados por la EAAB, como la acumulación de 1,45 billones de pesos, la aprobación del cupo de endeudamiento y la preaprobación de créditos internacionales por parte del Banco Mundial y la Corporación Andina de Fomento, el Ministerio de Hacienda aún no ha aprobado la documentación para obtener el aval de la Nación.

“Apelamos, señor presidente, a la preocupación que usted ha mostrado en escenarios nacionales e internacionales frente al cambio climático y la protección de los ecosistemas”, expresa la carta, firmada por concejales como Julián Sastoque, Andrés Gonzaga, Emel Rojas y Cristina Calderón Restrepo, entre otros.

Los cabildantes manifestaron su confianza en que las intenciones del Gobierno se traduzcan en acciones concretas, como la aprobación de la contragarantía, y exhortaron a las autoridades involucradas a trabajar de manera urgente y permanente para encontrar soluciones a cualquier controversia que mantenga estancado el proceso.

La PTAR Canoas, con una capacidad promedio de tratamiento de 16 metros cúbicos por segundo, es fundamental para mitigar el impacto ambiental y de salud pública generado por el vertimiento de aguas residuales sin tratamiento en el río Bogotá.