EE.UU. pide reabrir cruces fronterizos en Gaza, pero espera no sean “controlados” por Hamás
El portavoz del Departamento de Estado, dijo en una rueda de prensa que su Gobierno está “trabajando” para lograr reabrir los cruces y permitir la entrada de ayuda humanitaria “esencial” al territorio palestino.
El Gobierno de Estados Unidos hizo un llamado este martes 7 de mayo a que Israel reabra los cruces fronterizos de Rafah y Kerem Shalom en la Franja de Gaza, pero señaló que espera que estos no sean “controlados” por el grupo islamista Hamás.
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El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, dijo en una rueda de prensa que su Gobierno está “trabajando” para lograr reabrir los cruces y permitir la entrada de ayuda humanitaria “esencial” al territorio palestino.
“No estamos aún en un punto en el que podemos permitirnos cerrar Rafah o cualquier otro paso”, destacó Miller.
El funcionario, no obstante, señaló que espera que se encuentre una manera para reabrir los pasos sin que sea Hamás quien tenga el control del lado gazatí y aseguró que es “legítimo” que Israel quiera evitar que el grupo palestino administre el cruce.
“Hamás recaudaba ingresos a través del cruce de Rafah”, aseguró Miller y agregó que “es un objetivo legítimo tratar de evitar que Hamás obtenga esos fondos, ya que podrían ser utilizados para financiar sus actividades terroristas”.
Las fuerzas israelíes cerraron completamente este martes el cruce fronterizo de Rafah, entre Egipto y Gaza, al paso de personas y de cualquier ayuda humanitaria tras tomar el control militar de esta área del lado palestino.
Por este cruce entraba hasta ahora la mayor parte de la limitada asistencia humanitaria que ha permitido Israel desde el inicio de la guerra, el pasado octubre.
Como consecuencia, miles de camiones de ayuda humanitaria, en su mayoría cargados con alimentos, han quedado varados en Egipto sin poder ingresar a la Franja de Gaza, según informaron a EFE en Egipto fuentes humanitarias.
El cruce secundario de Kerem Shalom, entre Gaza e Israel, por donde entraba un reducido volumen de suministros humanitarios desde el pasado diciembre, fue nuevamente cerrado el domingo por Israel y no fue reabierto a pesar de que se comprometió con Estados Unidos que lo haría.
Israel dio inicio ayer a la denominada ´Operación Rafah´, marcada por la toma militar con tanques de la zona fronteriza, además de un intenso fuego de helicópteros y bombardeos de artillería.
Organizaciones internacionales y gran parte de la comunidad internacional han advertido que una ofensiva contra Rafah supondría una catástrofe humanitaria aún mayor que la que ya están sufriendo los palestinos en el enclave, con escasos alimentos, agua potable y un sistema sanitario devastado.
EE.UU. había señalado que se opondría a cualquier operativo israelí a gran escala en Rafah que no incluyera un plan concreto y específico para proteger a los civiles, pero funcionarios del Gobierno de Joe Biden señalaron hoy que la incursión de ayer por parte de Israel fue “limitada”.
Al menos 100.000 gazatíes, una gran parte de ellos niños, heridos y discapacitados como consecuencia de la guerra, recibieron ayer por la mañana una orden de evacuación para abandonar el este de Rafah.
En Rafah viven en riesgo de hambruna y sin servicios básicos 1,4 millones de gazatíes, la mayoría desplazados durante una guerra en la que ya han muerto más de 34.500 personas.