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⁠¿Cuál es la diferencia entre lagartija y salamandra? Son muy similares

Las salamandras son anfibios pertenecientes al orden Caudata y las lagartijas son pertenecientes al orden Squamata.

Diferencias de una salamandra y una lagartija

Diferencias de una salamandra y una lagartija

En el mundo animal, la diversidad es gigante, incluso, en varios casos encontramos criaturas que pueden parecer similares a simple vista, pero que, al profundizar, son muy diferentes. Este es el caso de las lagartijas y las salamandras, dos grupos de reptiles anfibios que comparten ciertas características, pero que también tienen una serie de distinciones que los separan.

Las lagartijas, pertenecientes al orden Squamata, son reptiles que se caracterizan por tener cuerpos alargados, escamas, cuatro patas bien desarrolladas y una cola que pueden desprender en caso de peligro.

Por otro lado, las salamandras son anfibios pertenecientes al orden Caudata, que se distinguen por sus cuerpos alargados, colas largas y generalmente tienen una piel lisa y húmeda en lugar de escamas.

Además, las lagartijas suelen habitar en ambientes secos y soleados, como desiertos, praderas y zonas rocosas. Son animales de sangre fría, por lo que dependen del sol para regular su temperatura corporal, mientras que las salamandras prefieren ambientes húmedos y acuáticos, como arroyos, lagos y bosques lluviosos.

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De hecho, algunas especies de salamandras son completamente acuáticas, mientras que otras pasan parte de su vida en tierra firme y regresan al agua para reproducirse.

En cuanto a la alimentación, las lagartijas son principalmente carnívoras, alimentándose de insectos, arañas y otros pequeños invertebrados, a diferencia de las salamandras, que aunque son carnívoras cuando son jóvenes, alimentándose de pequeños crustáceos, insectos y larvas, algunas especies pueden volverse omnívoras o incluso herbívoras a medida que maduran.

En términos de comportamiento, las lagartijas son ágiles y rápidas, con la capacidad de moverse con facilidad sobre superficies rocosas y trepar por paredes verticales gracias a sus patas y garras bien desarrolladas. Las salamandras, por otro lado, suelen ser más lentas y pasivas, prefiriendo desplazarse por el agua o el suelo de manera más pausada.

Otro punto importante a destacar es el ciclo de vida de las lagartijas y las salamandras. Las primeras ponen huevos, que a menudo son depositados en nidos escondidos bajo rocas o en la tierra. Las crías de estas, conocidas como lagartijitas, son réplicas miniaturas de los adultos y nacen completamente formadas.

En contraste, las salamandras pueden reproducirse de dos maneras: algunas especies ponen huevos, mientras que otras dan a luz a crías vivas. Los renacuajos de salamandra, si nacen de huevos, pasan por una fase larval acuática antes de metamorfosearse en su forma adulta terrestre.

Sin embargo, ambas especies desempeñan roles importantes en sus ecosistemas respectivos. Las lagartijas controlan las poblaciones de insectos y arañas, ayudando a mantener el equilibrio de los ecosistemas terrestres.

Las salamandras, por su parte, son indicadores de la salud de los ecosistemas acuáticos. Sin embargo, ambas enfrentan amenazas como la pérdida de hábitat, la contaminación y el cambio climático.

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