El expresidente Álvaro Uribe se pronunció en la mañana de este miércoles 10 de abril tras el llamado a juicio que le hizo la Fiscalía General de la Nación en medio del proceso que enfrenta por presunta manipulación de testigos.

El exmandatario leyó un extenso comunicado a través de sus redes sociales en el que aseguró que su caso ha estado “lleno de filtraciones”.

Así mismo, agregó que las diferencias entre la indagatoria y la acusación son muchas y que todo el proceso refleja animadversión de algunos magistrados en su contra, como José Luis Barceló, Luis Hernández y Fernando Castro Caballero. También señaló que estos magistrados nunca le permitieron versión libre y que “se desestimaron declaraciones” a su favor, por lo que lo habrían puesto preso por temas políticos.

Otro punto importante que mencionó el jefe del Centro Democrático estuvo relacionado con la nueva fiscal general de la Nación, Luz Adriana Camargo, de quien dijo ha trabajado muy cercana del ministro de Defensa, Iván Velásquez, en su misión en Guatemala. En ese sentido, Uribe advirtió que, a pesar de su prudencia al no haber mencionado antes al ministro, habría animadversión de parte de Velásquez contra él y su familia.

“La nueva fiscal general ha trabajado muy cercana al ministro de Defensa. Fue su segunda en la misión de Guatemala, que yo critiqué bastante. Para nadie es un secreto la animadversión del ministro contra mi familia”, advirtió el exmandatario.

En otra parte de la declaración, Uribe señaló que el magistrado que ordenó su captura, César Reyes, trabajó con el Gobierno de Juan Manuel Santos en el proceso de paz con las extintas Farc y fue compañero de trabajo de la esposa del senador Iván Cepeda, pero que no declaró impedimentos éticos y que se ha buscado afectar su reputación.

También afirmó que es “evidente la amistad del senador Cepeda con el testigo Juan Guillermo Monsalve” y que él nunca tuvo interés en buscarlo.

Asimismo, para Uribe resulta clara la premeditación para interceptar su teléfono y señala que hubo “interceptaciones ilegales que no deberían tener validez”. Para él, este juicio se adelanta “por venganzas políticas” y sin pruebas que permitan inferir que él buscaba sobornar testigos o engañar a la justicia.

Sobre Álvaro Hernán Prada, excongresista y hoy magistrado del Consejo Nacional Electoral (CNE), indicó que nunca se le ocurrió llamarlo para que le ayudara o cometiera una ilegalidad.

Uribe también se refirió a Salvatore Mancuso, exjefe de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), de quien dice estaría “congraciado con políticos de izquierda” para inculparlo, a propósito de su regreso a Colombia y la intención del Gobierno de convertirlo en gestor de paz, mencionando supuestas visitas de contradictores suyos para que declare en su contra.

También mencionó a otras personas como el exfiscal Eduardo Montealegre y cuestionó que se promuevan leyes de paz total y punto final mientras a él lo enjuician.

Uribe fue llamado a juicio

Este 9 de abril, se conoció que la Fiscalía General de la Nación acusará formalmente al expresidente Álvaro Uribe Vélez por presunta manipulación de testigos. El exmandatario es acusado como presunto determinador de los delitos de soborno a testigos en actuación penal y fraude procesal.

Cabe señalar que Álvaro Uribe es el primer expresidente de la historia en Colombia que es llamado a juicio.

Precisamente, los testimonios que la Fiscalía tuvo en cuenta para construir el escrito de acusación contra Álvaro Uribe, que fue radicado en la mañana de este martes ante el Complejo Judicial de Paloquemao, fueron los del exparamilitar Juan Guillermo Monsalve y de su exesposa Deyanira Gómez, así como también el del también exparamilitar Carlos Enrique Vélez.

Antecedentes del caso

Es preciso recordar que este caso se remonta al año 2012, cuando Álvaro Uribe demandó por supuesta manipulación de testigos al senador Iván Cepeda, en aquel entonces del Polo Democrático Alternativo (PDA), quien preparaba una denuncia en el Congreso en su contra por supuestos vínculos con el paramilitarismo.

Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia decidió no abrir investigación contra el congresista y, en cambio, le inició un proceso al exmandatario por manipulación de testigos.

La acusación por soborno en actuación penal tiene que ver con el presunto pago de coimas a Carlos Enrique Vélez y Juan Guillermo Monsalve, quienes están presos en las cárceles de Palmira y La Picota en Bogotá, respectivamente, así como a una mujer identificada como Eurídice Cortés, para que beneficiaran al exmandatario con sus declaraciones. Por otra parte, el de fraude procesal involucra todas las irregularidades del caso.

Cabe precisar que la Fiscalía ha aclarado que Uribe podrá responder al proceso en libertad, debido a que la privación de la libertad constituye una medida excepcional.