En los últimos días, se conoció cómo crece la imagen desfavorable del Gobierno –especialmente la del <a href="https://www.wradio.com.co/2024/04/04/al-oido-la-radicalizacion-de-petro-y-el-metodo-de-mentir-nos-tienen-en-coma/" target="_blank"><b>presidente Gustavo Petro</b></a> y la vicepresidenta Francia Márquez–, y cómo distintos sectores contemplan<b> salir a las calles a protestar el próximo 21 de abril </b>porque motivos sobran.Además, en las últimas semanas, la <b>oposición se ha fortalecido</b> luego de la <b>intervención a varias EPS</b>, del escándalo de corrupción por <b>carrotanques </b>–que, por cierto, nadie sabe dónde está Olmedo López, exdirector de la UNGRD–, la <b>baja ejecución de los Ministerios</b> y el fantasma del <b>Ministerio de la Igualdad</b> que, como un vampiro, “chupa” recursos y nóminas, pero nadie lo ve.Sin embargo, siempre hablamos de que el Gobierno tiende a<b> repetir los pasos del país vecino</b> olvidando mencionar a la <b>oposición </b>y la cual, creo yo, en Colombia está siguiendo al pie de la letra todos los errores y el ejemplo de la de Venezuela.Lo primero es preguntarse <b>quién está liderando nuestra oposición</b> que, aunque es más institucionalizada que la del país vecino, tiene liderazgos que no fortalecen ni unen, pues<b> solo hay líderes de distintas líneas</b> de defensa, un primer error que le ha costado tanto a Venezuela.La estrategia debería apuntar a fortalecer el rol de agente de cambio del ciudadano y no a minimizar el poder de manifestación de transformación de la sociedad civil, porque puede que cometan un segundo error: una <b>oposición que solo reafirma el Gobierno de quien critica</b>. ¿Cómo? Opinando de temas puntuales y dejándose enredar en globos para dividir ideas de quienes dicen estar en contra del Gobierno.El tercer error son las<b> narrativas mandadas a recoger</b>: la oposición debe actualizarse y tener un olfato que le permita analizar el actuar del presidente Gustavo Petro y no subestimarlo. Si están haciendo oposición, debería<b> existir un orden y una lógica que apunten a hechos reales</b> y no quedarse llamando a temas gaseosos o hipotéticos que, por lo que sea, la gente ya no cree, entendiendo que el primer descontento antes de ser por el Gobierno actual es, en general, por la política.Por último, sí hay una infantilización de la oposición sobre el presidente y el Gobierno. Solo falta ver la marcha del 21 de abril en la que muchos quieren meter mano,<b> imponer puntos para salir a las calles </b>y empezar a <b>opinar de quiénes y por qué </b>suben a la tarima.Lo de siempre:<b> egos más allá del entendimiento</b> de una ciudadanía que quiere salir y que los únicos que empiezan a detenerla son esos que se quedan en peleas por sus propios intereses.A la <b>marcha del 21 de abril debe salir quien quiera</b>, no debe tener tarimas que solo reafirman egos y debe estar abierta a todos los sectores: independientes, centro, derecha e incluso arrepentidos de haberlo elegido. Los vacíos de liderazgos solo abren espacio al petrismo.Acuérdense: el <b>país no se divide en petristas y antipetristas</b>, sino que se divide en tres esferas y una muy grande que observa y toma decisiones los ciudadanos de a pie que están cansados de que <b>ni siquiera para expresar la indignación puedan llegar a un acuerdo</b> porque quieren hacer de lo fácil algo difícil.Eso sí, <b>no esperen que un partido político nos salve</b>. Unos con mermelada cambian: hoy son enemigos, mañana amigos y otros están a veces y otras no. Mejor dicho, la ciudadanía se debe fortalecer y los políticos que quieran liderar un momento tan determinante, reinventarse y salir a las calles.La frase con la que inicia la semana es de la <b>senadora María Fernanda Cabal</b>, que ha sido uno de los personajes que, en distintos momentos, ha sido líder de la oposición: “<b>Este país nos ha costado mucho</b> para dejarlo destruir a manos de populistas como<a href="https://www.wradio.com.co/2024/04/05/al-oido-shu-shu-shu-gobierno-petro-experto-en-caida-libre/" target="_blank"><b> Gustavo Petro</b></a>”.