Según la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), la retención en la fuente es una herramienta para recaudar impuestos de manera anticipada y, por lo tanto, resulta clave para el sistema tributario colombiano.

Este mecanismo consiste en la deducción de una parte del pago realizado por diferentes conceptos como salarios, honorarios profesionales, arrendamientos, entre otros, para transferirlo directamente al Estado a manera de pago anticipado de impuestos. Por eso, la retención en la fuente es aplicada sobre varias transacciones financieras y económicas.

En cuanto a los agentes retenedores –pueden ser empleadores, entidades financieras o arrendadores, entre otros–, estos están obligados a retener y declarar un porcentaje determinado de los pagos que realizan a terceros.

En Colombia, existen diferentes tipos de retención en la fuente:

• A título de renta: Con el objetivo de anticipar el pago del impuesto sobre la renta, la refención en la fuente a título de renta es aplicada sobre ingresos laborales, honorarios, comisiones y arrendamientos, entre otros.
• A título de IVA: Es aplicada sobre la adquisición de bienes y servicios gravados con IVA por parte de entidades estatales y grandes contribuyentes.
• Por ICA: Se aplica en algunas jurisdicciones municipales y distritales sobre pagos realizados por servicios, contratos de construcción, arrendamientos y otros conceptos.
• Sobre dividendos y participaciones: Como su nombre lo indica, es aplicado sobre los dividendos o participaciones que una sociedad distribuye a sus accionistas o socios.

¿Qué pasa si no se aplica la retención en la fuente?

Debido a la importancia de la retención en la fuente para el sistema tributario colombiano, no cumplir con estas obligaciones puede traer una serie de consecuencias legales y financieras, no solo para el agente retenedor sino para el beneficiario del pago.

Cabe señalar que los beneficiarios que deberían haber sido objeto de retención en la fuente pueden reclamar ante la DIAN la falta de retención por parte del agente, lo que podría desencadenar un proceso de fiscalización y sanciones adicionales.

Estas son las consecuencias que puede traer la no retención en la fuente:

• Los agentes retenedores que incumplan con sus obligaciones de retención pueden enfrentar sanciones económicas dependiento del tipo de incumplimiento y la normativa vigente.
• La DIAN podría realizar requerimientos para la corrección de las declaraciones y el pago de los impuestos no retenidos.
• Los agentes retenedores pueden estar sujetos al pago de intereses moratorios sobre los impuestos no retenidos y declarados en tiempo y forma.
• En casos de que exista evasión fiscal o fraude tributario, los responsables pueden enfrentar procesos penales que deriven en multas económicas e incluso penas de cárcel.