¿Derroche en remodelación de oficinas del Congreso?
Sigue La W puso la lupa en los precios que se evidenciaron en la remodelación de las oficinas del Congreso de la República.
Un escritorio de $6.164.000, una silla de $7.164.441, son apenas unos ejemplos de los lujos muebles que adquirió la Dirección Administrativa de la Cámara de Representantes dentro de un contrato de $20.000 millones que tiene como objeto la renovación de las oficinas de los congresistas de esta corporación.
Sigue La W revisó los estudios previos con los que se justifica la compra, así como el contrato suscrito con la Bolsa Mercantil de Colombia S.A. “contrato de comisión no. cc 2839 2023 para compra de bienes y servicios de características técnicas uniformes y de común utilización o de productos agropecuarios, celebrado con mercado y bolsa s.a.”
El contrato, según los documentos del Secop II, advierte que el “plazo de ejecución será hasta el veintiocho (28) de febrero de 2024, contados a partir de la suscripción del acta del inicio, previo cumplimiento de los requisitos de legalización y ejecución”, sin embargo, algunas de las oficinas de los Representantes a la Cámara no han sido renovadas.
“Las oficinas de las Curules de Paz fueron entregadas como nuevas hace dos años y en este momento la están remodelando. No era necesaria la inversión”, señaló una de las fuentes consultadas por este medio.
Otro de los congresistas, a quien no le han remodelado la oficina, señaló que recientemente se comunicaron con él para que les manifestara cuál es el estado de los muebles de su oficina, sin embargo, al ver los costos de los muebles, que figuran en el proceso contractual, consideró que estos son “escandalosos”.
El representante a la cámara Cristian Avendaño dijo que su oficina ya fue remodelada, pero de igual manera considera que por el valor que se contrató se hubiera conseguido muebles de buena marca y calidad por un valor mucho menor. Además, advirtió que en su oficina le instalaron cámaras de seguridad con micrófono y que esto no solo podría afectar la privacidad, sino que no ha habido una inducción al respecto.
Sigue La W también encontró que no solo se trata de los muebles, pues en el contrato figura la adquisición de un moderno sistema de seguridad para acceder a las oficinas. Se remplazarán las perillas de las puertas porque supuestamente no dan garantías de seguridad.
“Las chapas que se manejan actualmente en las oficinas son de seguridad y de pera, considerando el alto flujo de personas que ingresa a cada oficina o el equipo de trabajo de cada representante estas se dañan constantemente, lo que hace necesario el cambio de las mismas, adicionalmente la rotación del personal ocasiona que cada cierto tiempo sea necesario un cambio de guardas en las chapas por seguridad ocasionando costos innecesarios de material”, dice el contrato.
Para la compra, la Bolsa Mercantil de Colombia S.A. hizo una cotización con tres proveedores. Los valores más económicos fueron tenidos en cuenta para tener un precio base de compra y de este modo adquirir en un solo paquete todos los muebles, así como los elementos y servicios tecnológicos.
Una vez cotizados la Bolsa Mercantil suministró a la Dirección Administrativa de la Cámara de Representantes los valores por los que se realizaría la compra, haciendo la salvedad que en muchos de los ítems se colocaba una unidad como cantidad, explicando que “se define cantidad uno por tratase un contrato de suministro cuya ejecución será por tracto sucesivo”, es decir que la misma compra se replicará eventualmente a lo largo del año y para tal fin se deben mantener los valores
Sigue La W también conoció cómo quedaron las oficinas de los Representantes a la Cámara y desde el pasado miércoles 20 de marzo ha buscado respuesta del John Abiud Ramírez, director administrativo, sin que hasta el momento de realizar este informe se haya obtenido respuesta de su parte, para que explique cómo se llevó a cabo el proceso contractual, y los cuestionamientos de si hubo o no derroche de parte de su oficina.