Así se está utilizando la inteligencia artificial para extorsionar
Paola Urueña, abogada experta en género de la Universidad del Rosario, fue víctima de esta situación. Conozca los detalles.
Inteligencia Artificial. Foto: Getty Images. / Surasak Suwanmake
Los ‘deepfakes’ (creaciones hiperrealistas mediante IA), representan una amenaza global. Para las mujeres la falta de consentimiento en su uso plantea serias preocupaciones éticas y de privacidad, aumentando el riesgo de ciberacoso y daño a su reputación.
El término “deepfake” ha ganado prominencia en el mundo digital, refiriéndose a la utilización de avanzada tecnología basada en Inteligencia Artificial (IA) para superponer rostros y voces en videos o audios. Este fenómeno genera contenido falso pero realista, con usos negativos que van desde la extorsión hasta la manipulación política y la burla.
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En un principio, la atención se centró en su impacto sobre figuras famosas, particularmente mujeres, como Taylor Swift, Scarlett Johansson, Billie Eillish y Gal Gadot, quienes fueron objeto de montajes comprometedores. Esto provocó preocupaciones sobre el potencial de estos contenidos para difamar y humillar.
Sin embargo, el impacto de los ‘deepfakes’ no se limita a figuras públicas; cualquier persona puede ser víctima de esta forma de violencia digital. Por ello, Paola Urueña, profesora experta en género de la Universidad del Rosario, compartió cómo fue víctima de esta situación, donde se encontró con múltiples mensajes en Instagram informándole sobre la creación de una cuenta falsa con su nombre y fotos, la cual ofrecía contenido exclusivo a cambio de dinero. Ante esto, tomó acciones legales, presentando una denuncia por delitos cibernéticos ante la Fiscalía.
“Todos tenemos derecho a vivir libres de violencia. Compartir nuestra imagen públicamente no otorga a nadie el derecho de crear noticias falsas ni utilizarla con fines comerciales o de extorsión. Es fundamental establecer límites claros sobre la vulneración de nuestros derechos, incluso en una era donde la exposición pública es frecuente”, afirmó.
¿Son los ‘deepfakes’ una nueva forma de violencia de género?
Un estudio internacional realizado por el Centre for International Governance Innovation (CIGI) reveló que el 60% de las personas encuestadas había experimentado alguna forma de daño en línea, con la comunidad LGBTQ+ y las mujeres como las más afectadas.
En el caso específico de los ‘deepfakes’, las mujeres son las principales víctimas. Según un informe de Deeptrace en 2019, el 96% de los videos eran de naturaleza sexual, mayormente dirigidos a mujeres prominentes en la industria del entretenimiento.
Impacto de la violencia digital de género
Esta práctica, que a menudo busca controlar, castigar o difamar a las mujeres, puede tener consecuencias psicológicas graves, incluidas la ansiedad, la humillación y el trauma.
Además del impacto emocional, las víctimas pueden enfrentar repercusiones sociales, laborales y de salud. La dificultad para refutar la autenticidad de los ‘deepfakes’ y eliminarlos del ciberespacio agrava su vulnerabilidad y amplifica las consecuencias de esta forma insidiosa de violencia.
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