Recursos para la primera línea del metro de Bogotá están garantizados: MinTransporte

En diálogo con La W, el ministro de Transporte, William Camargo, se pronunció acerca de los resultados de la comparación entre cuatro alternativas de la primera línea del metro de Bogotá, la cual fue realizada como proyecto piloto para la aplicación de una metodología para el desarrollo de los proyectos férreos de carga y de pasajeros en Colombia.

Este análisis, presentado junto con el presidente Gustavo Petro, se realizó en el marco de la asesoría contratada con la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI). Según lo expuesto, la aplicación de la metodología beneficio-costo realizada permite indicar que soterrar el tramo en el borde oriental de la carrera 13 representa mayores beneficios para los bogotanos, en términos de tiempos de viaje, emisiones contaminantes, siniestralidad, desarrollos inmobiliarios e impacto urbanístico.

Ante esta insistencia del Gobierno Nacional por modificar el trazado de esta importante obra, cuya primera línea ya está en desarrollo, el ministro Camargo aseguró que estas alternativas podrían mejorar en el borde oriental de la ciudad y ser una “solución para los próximos 150 años”.

En ese sentido, Camargo indicó que las evaluaciones “podrían posibilitar que se acelere la intervención en el borde que está con más avance en este momento, que es entre la Caracas y la 30 hacia el occidente, y poder entregar ese tramo en operación en estos tres años mientras se ajustan los diseños del borde oriental”.

Esto, según el ministro, tiene varias ventajas. La primera de ellas es que “disminuye unos temas de intercambio que en los próximos 150 años se le tendrán que dar a una estructura elevada y la solución de la línea que va hacia Suba”. Adicionalmente, agregó, esto traería “menores tiempos de viaje por proceso constructivo” y “una ganancia para todos los bogotanos y usuarios que, a 30 años, sugiere unas ventajas importantes frente a la alternativa de mantener el proyecto completamente elevado”.

De esta forma, el ministro argumentó que este estudio fue producto de un proceso que duró 17 meses, el cual tuvo dos etapas con la SDI y que “no afectaría el proceso de ejecución, porque podría acelerar el borde suroccidental y habilitaría –insistimos– para los próximos 150 años una mejor solución para los bogotanos”.

Para Camargo, esta solución que plantea el Gobierno tiene ventajas urbanísticas geotécnicas de menor estrés en el proceso constructivo porque “literalmente libera una tensión que se está presentando con la construcción de ese viaducto en el borde oriental y la operación de TransMilenio”.

Además, reveló que se han conocido algunas preocupaciones sobre la solución de diseño en la conexión entre TransMilenio y el metro que, por efectos de la sección transversal disponible del espacio disponible, “limita a unas escaleras de sección muy limitada que podrían poner en riesgo la misma evacuación del sistema en condiciones de operación”.

Camargo también reveló que hay disposición del Gobierno chino sobre “poder modificar el contrato sin afectar su integridad ni su proceso de construcción”.

Así, en el marco de estas discusiones planteadas por el Gobierno con la Alcaldía de Bogotá y el consorcio chino que está encargado del proyecto, Camargo aseguró que están garantizados los recursos:

“El Gobierno ha expresado su disposición de honrar los compromisos e, inclusive, hay disposición de cubrir recursos adicionales que podrían liberar el espacio fiscal de los bogotanos y del Distrito para otras obras. Obviamente somos conscientes de la limitación que tiene el sistema de transporte público para su sostenibilidad, entonces es una discusión que cumple varios frentes en los que, insistimos, el interés del Gobierno Nacional es dejarle a Bogotá el mejor metro posible, haciendo los ajustes necesarios a tiempo”.