¿La caficultura colombiana está al borde de una gran crisis?
Este miércoles 13 de marzo, cafeteros del país saldrán en Armenia a protestar, mientras que la Federación Nacional de Cafeteros admite que hay motivos para hacerlo.
Ante la convocatoria este miércoles por parte de la Dignidad Agropecuaria Colombiana y la Dignidad Cafetera Nacional a una Asamblea Cafetera Nacional y a un plantón en Armenia, buscando exponer todas las inconformidades que tiene el sector caficultor, que en parte no se encuentra identificado con la Federación Nacional de Cafeteros.
Quien respondió fue el gerente de dicha federación, Germán Bahamón, lo hizo a través de su cuenta de X donde de entrada manifestó que hay cafeteros que protestan válidamente por situaciones difíciles que atraviesa la caficultura, agregando que, aunque se han mostrado avances en austeridad, transformación y en materia comercial de las empresas y los mercados, reconoce que “la sostenibilidad económica de la agricultura cafetera en Colombia está en juego debido a la baja o nula rentabilidad”.
En palabras textuales, dijo “con el Comité Directivo reconocemos una clara alerta en la relación precio/costo. Propondremos en el próximo Comité Nacional la necesidad de determinar los mecanismos finales para proceder a activar el Fondo de Estabilización de Precios del Café FEPC con la claridad de que los recursos allí existentes no serán suficientes para atender las necesidades totales”.
Por ende, Bahamón, reiteró que el sector necesita un apoyo contundente para mejorar los ingresos de los cafeteros, ya que no hay bonanza reciente, hay baja productividad, afectación por la broca y bajos precios; advierte que de no tomarse las medidas correspondientes se “podría configurar una crisis”, la cual para muchos cafeteros ya existe.
Un punto final, del llamado de la Federación, se hizo a las autoridades, asegurando que las regiones cafeteras son víctimas de la extorsión, la que calificó como “la nueva plaga” para el sector.
En cuanto a producción, el gerente Bahamón, aseguró que 2023 fue el año más difícil para los cafeteros, lo que llevó a que se hicieran grandes esfuerzos por detener la caída de la producción en medio de la estrechez de la rentabilidad, pero advirtiendo que el sector no aguanta un año similar.
Para 2024, la Federación asegura tener buenas expectativas en cuanto a la cosecha, pero sin dejar de lado los retos que se vienen dando por temas climáticos.