La W Radio

Actualidad

El apasionante detrás de cámaras de la Sala Plena que eligió a la nueva fiscal general

23 de los mejores abogados de Colombia discutieron sobre si podían elegir o no a la fiscal.

El apasionante detrás de cámaras de la Sala Plena que eligió a la nueva fiscal general

Me hubiera gustado estar ahí. La discusión jurídica que se vivió hace 24 horas en el Palacio de Justicia –perdonarán los aficionados al fútbol– fue mejor que la final de la Copa Mundo.

23 de los mejores abogados de Colombia encerrados discutiendo sobre si podían o no elegir a la nueva fiscal general de la nación.

El tema empezó a las 8:50 de la mañana de ayer cuando al Palacio de Justicia llegó, sin anunciarse, la doctora Amelia Pérez. Ella que fue hasta el jueves pasado la favorita para ser elegida, y ya tenía 13 votos entre el bolsillo, llegó con su carta de renuncia a la terna argumentando que su aspiración había naufragado por culpa de una opinión ajena.

Le puede interesar:

Se refería la doctora Pérez a los trinos intemperantes y groseros de su esposo el doctor Gregorio Oviedo quien, en el pasado, la emprendió contra diversas personas e instituciones desde su cuenta de Twitter.

La carta de renuncia de la doctora Amelia Pérez aseguraba que renunciaba porque le estaban achacando el “delito de opinión ajena”.

Lo cierto es que la decisión la había tomado la noche anterior cuando supo por intermedio de uno de los magistrados que Luz Adriana Camargo Garzón ya tenía los votos para ser elegida y que las posibilidades para ella habían terminado. Hasta el lunes le había dicho a sus allegados y en una entrevista al diario El Tiempo que no renunciaría.

El presidente de la Corte Suprema de Justicia leyó la carta de dimisión a sus 22 compañeros y empezó una de las discusiones jurídicas más apasionantes que se haya vivido.

El primero en pedir la palabra fue el magistrado Luis Antonio Hernández, miembro de la sala penal y veterano juez que llegó a la Corte Suprema después de recorrer todos los peldaños de la carrera judicial.

Hernández, además fue el mayor impulsor del nombre de Luz Adriana Camargo desde cuando no tenía ningún chance por su cercanía al ministro de Defensa, Iván Velásquez, quien, a pesar de su distinguida carrera en la rama judicial, tiene la animadversión de siete magistrados cuya elección demandó por considerarla irreglamentaria. Velásquez perdió la demanda en el Consejo de Estado pero el resentimiento de los 7 togados contra él permanece intacto.

En fin, el magistrado Luis Hernández ha sido una voz muy activa en toda esta elección para despejar dudas sobre el trámite:

– Fue él quien dijo que no era cierto que pudiera alegarse impedimento del presidente de la república para nominar la terna porque su hijo estuviera procesado por la Fiscalía.

– Fue Hernández también el que conceptuó descartando los alegados impedimentos de los magistrados que tienen familiares con puesto en la Fiscalía.

– También fue Hernández el que dijo que no se podían nombrar conjueces para elegir fiscal general de la Nación porque los conjueces únicamente podían remplazar a los titulares en labores judiciales pero no en las electorales que son administrativas.

Hernández, una de las voces más respetadas de la Corte Suprema, fue el “jefe de debate” de Luz Adriana Camargo desde el momento que entró en la terna y expresó ayer que la renuncia de Amelia Pérez era tardía porque la Corte Suprema de Justicia y había empezado a votar y se trataba de una situación consolidada, es decir a su juicio la renuncia era inane. Es decir no tenía ningún efecto.

Solo había una cabeza balanceándose escéptica. Era el magistrado de Hugo Quintero Bernate, también miembro de la sala penal y quien había sido el jefe de debate de Amelia Pérez.

Hernández, citando de memoria jurisprudencia, habló de un célebre fallo del Consejo de Estado cuyo ponente fue el magistrado Mario Alario Méndez. Esa decisión establece que una vez iniciada una votación, las ternas solo pueden desintegrarse por muerte o incapacidad permanente de alguno de los aspirantes que conservan siempre el derecho a no aceptar el cargo si son elegidos pero que no pueden retirar unilateralmente su nominación.

El siguiente en pedir la palabra fue el magistrado de la sala laboral Luis Benedicto Herrera Díaz. El doctor Herrera es un veterano profesor de derecho laboral de la Universidad Nacional y de la Universidad Externado de Colombia.

Él explicó que la conformación y consolidación de la terna para escoger fiscal general de la nación es un acto administrativo –no jurisdiccional– de origen constitucional y complejo. Herrera presentó su tesis explicando que:

1. La Corte Suprema de Justicia no tenía la competencia para aceptar la renuncia de Amelia Pérez porque no era su nominadora. En otras palabras, ella no estaba en la terna por decisión de la Corte sino del presidente de la república como lo indica la Constitución Nacional. La facultad de la Corte se limita a elegirla o no, pero no puede excluirla sacándola de la terna y por la tanto tampoco aceptar su dimisión.

2. Sostuvo el magistrado Herrera que la Constitución establece la complejidad del proceso administrativo de la elección del fiscal por la participación de dos ramas del poder público: la ejecutiva porque la nominación de la terrna es función del presidente del presidente de la república, y la rama judicial por ser la elección una función de la Corte.

3. Sostuvo Herrara que el presidente es el nominador y puede cambiar la terna hasta el inicio del proceso de votación pero no puede hacerlo después porque entonces interferiría con la función administrativa de elegir que la Constitución le confía a la Corte Suprema. Vale decir que al presidente le bastaría con cambiar la terna si ve que está tomando impulso un candidato que no sea su favorito.

El argumento del magistrado Luis Benedicto Herrera concluyó diciendo que ni la Corte podía aceptarle una renuncia a alguien, ni lo podía hace el presidente una vez se consolidaba la complejidad del acto administrativo por el inicio de las votaciones.

Cuando terminó la exposición de Herrera, la sala plena hizo un silencio importante. Unos segundos para digerir la fuerza de los argumentos de uno de los principales laboralistas del país.

Después dos magistrados, uno de la sala civil y otro de la laboral, pidieron la palabra para decir que para el ejercicio de las funciones electorales de la Corte Suprema de Justicia sería un precedente nefasto que la desintegración de un grupo de elegibles dependiera de la renuncia de alguno que consideraba que no iba a ser elegido.

Por ejemplo, los magistrados de la Corte Suprema de Justicia son elegidos por la propia Corte de listas enviadas por el Consejo Superior de la Judicatura, para frenar o hacer imposible la designación de un magistrado bastaría que cualquier miembro de la lista renunciara lo cual llenaría de inseguridad jurídica todas las elecciones.

La discusión se extendió hasta un poco después de las 10 de la mañana y fue despachada por consenso. Sin importar la carta de Amelia Pérez la Corte Suprema de Justicia tenía la facultad constitucional de elegir al Fiscal General de la Nación.

En la agenda de la sala plena extraordinaria solo restaba la ejecución de ese deber, larga e innecesariamente aplazado.

En algún momento se consideró que se procediera por votación nominal y no secreta. El secreto del voto es un derecho pero no un deber. Podría haberse hecho un voto público pero la Corte Suprema eligió a la fiscal Luz Adriana Camargo conservando la tradición del secreto.

Sin embargo, el Reporte Coronell está en capacidad de informar la identidad de 17 de los 18 votantes que lo hicieron a favor de la nueva fiscal:

1. Luis Antonio Hernández, de la sala penal

2. Jorge Hernán Díaz Soto de la sala penal

3. Carlos Roberto Solórzano de la sala penal

4. Fernando Bolaños Palacios de la sala penal

5. Gerson Chaverra Castro, de la sala penal y presidente de la Corte Suprema de Justicia

6. Gerardo Barbosa, de la sala penal hasta la anterior votación había respaldado el nombre de la doctora Ángela María Buitrago

7. Diego Corredor, de la sala penal y quien también estuvo con la doctora Ángela María Buitrago hasta el pasado jueves.

8. Martha Patricia Guzmán Álvarez, de la sala civil

9. Aroldo Quiroz Monsalve de la sala civil

10. Luis Alonso Rico Puerta de la sala civil

11. Francisco José Ternera, de la sala civil y quien respaldó hasta el pasado jueves a Amelia Pérez.

12. Omar Ángel Mejía de la sala laboral

13. Clara Inés López Dávila de la sala laboral

14. Fernando Castillo Cadena de la sala laboral

15. Marjorie Zúñiga Romero, de la sala laboral

16. Iván Mauricio Celis, de la sala laboral y quien hasta la penúltima votación había respaldado a Amelia Pérez

17. Luis Benedicto Herrera, de la sala laboral quien hasta el jueves pasado estuvo con Amelia Pérez.

La duda sobre el voto 18 para elegir a la nueva fiscal está entre el magistrado de la sala civil Octavio Augusto Tejeiro y el magistrado de la sala laboral Gerardo Botero Zuluaga, el de la fallida tutela contra la terna de mujeres.

En mi opinión, el magistrado Botero fue el único voto en blanco.

El también único voto por la magistrada Amelia Pérez vino de su mayor impulsor el magistrado Hugo Quintero Bernate.

La aspirante Ángela María Buitrago terminó con dos votos que no solicitó. Sostiene ella de manera muy respetable que su hoja de vida, por lo demás brillante, debería hablar por ella únicamente.

Cuando terminó la votación y era un hecho la elección de Luz Adriana Camargo. Alguien le preguntó a su interlocutor:

– ¿Esta decisión estará a prueba de balas en el Consejo de Estado?

Y el segundo contestó

– En el Consejo de Estado no hay nada a prueba de balas.

Como sea el trámite de las demandas contra la elección de la fiscal general de la nación, y seguro habrá demandas, tomará entre un año y 18 meses.

Bonus track

Con razón o sin ella hay inquietud en la Fiscalía por el rumor de que la nueva fiscal nombrara como su vicefiscal a alguien cercano a Martha Mancera, la cuestionada fiscal interina.

Según las especulaciones se trata de un fiscal delegado ante tribunal cuyo nombre ha sido mencionado tanto en el caso de los llamados narcofiscales como en el de alias ‘Pacho Malo’.

Ojalá no sea cierto.