Jefe negociador defiende participación de disidentes en reuniones con ministerios

En entrevista con La W, el jefe negociador del Gobierno con las disidencias de ‘Iván Mordisco’, Camilo González Posso, se refirió a un punto polémico contenido en los acuerdos de transformación territorial (en zonas como Catatumbo, Meta, Guaviare y Caquetá) que se firmaron en el cuarto ciclo de conversaciones: el de la participación de miembros de la delegación de la disidencia en reuniones que se llevarán a cabo con ministerios y otras entidades para implementación, siendo un grupo aún en armas.

“Esas reuniones se vienen haciendo desde hace meses, entre otras cosas el diálogo regional en Nariño, del cual se hizo una reunión pasada. En la ley 2272 regula esas regiones de paz y los diálogos sociales son fundamentales, por eso se ha dado mucha importancia que esto no sea solo una cosa de una mesa lejana sino con la participación de la gente”, afirmó González Posso.

Según el jefe negociador, dicha participación de integrantes del equipo negociador de la disidencia de ‘Iván Mordisco’ en reuniones con entidades del estado tiene la intención de implementar el enfoque que tiene el Gobierno: no esperar a que se firme un acuerdo total para comenzar a realizar lo pactado (como ocurrió en La Habana) sino ir implementando a medida que se van alcanzando acuerdos.

“Evaluando esas experiencias históricas es que se ha acordado esta metodología de acuerdos parciales y de regiones de paz. Son primeros pasos, una primera aproximación. En las mesas han estado autoridades del orden nacional, no solo el Alto Comisionado sino ministros”, dijo González Posso.

Adicionalmente, se refirió a uno de los puntos controversiales en el texto de los acuerdos para fortalecimiento del cese al fuego: el relacionado con la prohibición de los disidentes de no transitar armados o uniformados en los centros poblados, pero que expresamente no restringe que lo puedan hacer también vestidos de civil.

De acuerdo con González Posso, esto obedece a la dinámica de conflicto actual, donde, según el jefe negociador, no se está ante un grupo armado como las Farc que tenía extensos campamentos rurales pues, en cambio, muchos de los integrantes de este grupo armado viven en cabeceras municipales o centros poblados junto con sus familiares.