Cuenta de ahorros vs. cuenta corriente: ¿en qué se diferencian?
Es importante que identifique si quiere guardar su dinero, administrar mejor sus ingresos, hacer seguimiento de sus gastos, fijarse metas financieras o hacer varias transacciones al día.
Los bancos en Colombia ofrecen diferentes productos bancarios que se ajustan a las necesidades de sus clientes. Por eso, es importante que, al momento de acudir a alguna de estas entidades, usted haya definido sus necesidades a la hora de gestionar su dinero.
Así, es importante que identifique si quiere guardar su dinero, administrar mejor sus ingresos, hacer seguimiento de sus gastos, fijarse metas financieras o hacer varias transacciones al día.
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En Colombia, dos de los productos bancarios más comunes son las cuentas de ahorros y las cuentas corrientes y a pesar de que pueden parecer herramientas similares entre sí, cada una tiene funciones distintas para administrar los fondos en cuanto a su propósito, sus características y sus beneficios.
Las cuentas de ahorro están, como su nombre lo indica, diseñadas para que el usuario realice un ahorro a través de ellas y por eso permite obtener una pequeña rentabilidad por su dinero. Sin embargo, no permite utilizar cheques ni tiene cupo de sobregiros.
Por ese motivo, generalmente permiten ahorrar sin cobrar comisiones o establecer vinculaciones.
Las cuentas corrientes, por otra parte, están diseñadas para acceder a diario a los servicios financieros diarios, es decir, las utilizan las personas que deben hacer movimientos de dinero con alta frecuencia.
Además, suelen necesitar una nómina o pensión, así como pagar comisiones o contratar algún producto vinculado tipo seguro. Sin embargo, no conceden ningún tipo de ganancia por manejar el dinero, aunque incluyen el seguro de depósito Fogafín para proteger su dinero.
Adicionalmente, en caso de quedarse sin fondos, las cuentas corrientes permiten que el banco haga un préstamo con una tasa de interés y un plazo de pago previamente definidos.