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Al Oído: Colombia habló y Petro ni escuchó, ni entendió

En Colombia cada día es más claro que no se permitirá que se burlen de la democracia. El que quiera ver que vea.

Al Oído: Colombia habló y Petro ni escuchó, ni entendió

El presidente Petro está encapsulado en su realidad paralela sin sentido de autocritica rodeado de aplausos de manos amigas. Así será complejo que gobiernen para todos.

¿Se quedarán deslegitimando la indignación y descontento de inconformes?

La marcha que se llevó a cabo el día de ayer habló por sí sola. El que quiera ver que lo vea, y ojo, esto no es competencia de mirar quién saca más personas a la movilización, pero sí debería enviar un mensaje contundente al jefe de Estado; mensaje que de acuerdo a lo que dijo, le fue complejo ver.

Estas fueron las palabras del presidente Petro: “Hoy tenemos manifestaciones que no quieren cambiar al país y está bien, siempre habrá fuerzas que, saliendo de los privilegios, no quieren perderlos”, al parecer el afán de contestar le impidió oír.

En su realidad paralela, encapsulado, sin la más mínima capacidad de escuchar a la oposición; sin sentido de autocrítica, el comentario parecía más representar el significado de lo que es la miopía.

Minimizar a todo el que se opone reduce la capacidad de diálogo que prometió tener el Gobierno, pero además, usar una narrativa como lo hicieron tantos congresistas del Pacto en el que gradúan de uribista a todo el que salió a la marcha a nivel nacional, también es un error.

Desconocen la realidad de las movilizaciones y deja ver que se están quedando encerrados en aplausos de amigos sin lograr ver las inconformidades que, aunque no lo quieren ve,r son de diferentes sectores.

Presidente, no es un tema de privilegios porque, entre otras, esos ahora solo los tienen en su Gobierno: que sí que viven sabroso.

Pero, por si no escuchó ayer, los ciudadanos marcharon en contra de los escándalos y corrupción en su Gobierno, y si en otros gobiernos también existió, pero ustedes dijeron ser el cambio. La ciudadanía ayer exigió que el país no siga en esa caída libre en materia de seguridad.

Más que preocupados por el descontento que existe en la ciudadanía que representa una parte importante del país, algunos están preocupados es en decir si llenaron o no la plaza y cómo deslegitimar lo que todos pudimos ver.

Cuánto temor a que la gente exprese libremente su molestia. Sepan algo: lo de menos es el número de marchantes, lo de más el mensaje de fondo. El mensaje que se envió al Congreso y el mensaje a cada persona que hace parte del Gobierno.

Una marcha, sin contratistas, sin correos institucionales invitando a las calles sin funcionarios públicos obligados. El que no quiera escuchar lo sucedido se equivoca. La insatisfacción con el gobierno existe, la ciudadanía de a pie se manifestó, deben dejar la soberbia y revisar para retomar rumbo.

Este Gobierno que prometió unión, paz total y la política del amor está olvidando que debe gobernar para todos no solo para quienes le eligieron.

Deberían apostarle a la escucha, a ser realmente ese cambio tejiendo sin dividir más. Si se quedan sin escuchar las calles estarían haciendo lo que tanto le criticaron al gobierno del expresidente Iván Duque, que fue sordo muchas veces ante el clamor popular.

Queda demostrado que las verdaderas protestas son las que se hacen sin violencia, sin vandalizar, sin quemar policías, sin frenar ambulancias, sin afectar jovenes, sin persecución, sin violar los derechos y en eso gana el país porque este año se está marchando en paz, dando ejemplo desde las ideas y eso ya es un primer avance. Hemos mejorado todos.

Al Oído: Colombia habló y Petro ni escuchó, ni entendió