Fiscalía de Chile vincula al Tren de Aragua con el homicidio del exmilitar venezolano
Ronald Ojeda fue secuestrado por cuatro individuos que se hicieron pasar por autoridades chilenas, y posteriormente fue asesinado en Santiago de Chile.
El fiscal regional coordinador del Equipo contra el Crimen Organizado y Homicidios, Héctor Barros, vinculó el pasado lunes a la banda criminal Tren de Aragua, nacida en una cárcel venezolana y extendida por Chile, Perú y Bolivia, con el presunto secuestro y homicidio del exmilitar venezolano Ronald Ojeda.
“Hemos realizado una serie de diligencias para establecer la participación de cada uno de los imputados, con las complejidades que esto significa en un contexto de criminalidad transnacional organizada, vinculada principalmente al Tren de Aragua, que ha estado cometiendo distintos delitos como el de secuestro”, dijo Barros en un punto de prensa.
Tras la audiencia en la que se imputó por secuestro y homicidio a un joven de 17 años, que quedó privado de libertad, Barros explicó que el tribunal estableció que “hay una organización transnacional operando en este secuestro vinculado al crimen organizado”.
Según el persecutor, la justicia también acreditó la participación del imputado en “prestar cobertura en el entorno del domicilio de la víctima”, cuyos restos fueron encontrados el viernes en una comuna del sur de Santiago.
El tribunal, que dio un plazo de 60 días para la investigación, decretó la “internación provisoria” del sujeto, también venezolano, a un centro de Justicia juvenil, para menores de edad.
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Otros dos sospechosos fueron identificados y tienen una orden de detención vigente, pero se encuentran prófugos de la justicia. Según detalló Barros, ambos “tienen una participación bien importante en los hechos” porque presuntamente “participaron directamente en el secuestro dentro del edificio y en el departamento de la víctima”.
El abogado de la familia de Ojeda, Juan Carlos Maríquez, dijo tras la audiencia que “la supuesta organización criminal estaría cumpliendo un encargo” y aseguró que “no hay ningún indicio que diga que Ojeda estaba vinculado a alguna actividad ilícita”.
Los restos de Ojeda fueron hallados el viernes en medio de un operativo policial en la comuna de Maipú, particularmente en una toma irregular de terreno donde estaba sepultado a una profundidad de 1,4 metros debajo de un bloque de cemento.
El jefe del Ministerio Público, Ángel Valencia, calificó este lunes el presunto secuestro de “atípico, no solo por la cantidad de recursos destinados a su comisión -dijo-, también porque había un exmilitar venezolano involucrado (...) que además era un refugiado”.
Según la primera versión que se ofreció, basada en especulaciones, grabaciones de cámaras y el hallazgo de un automóvil con uniformes falsos, Ojeda habría sido sacado en plena noche de su casa, casi desnudo, por un grupo de personas vestidas con uniformes de la policía y conducido hacia un lugar desconocido.
A partir de ahí, la prensa apuntó a una supuesta operación encubierta de los servicios secretos venezolanos, que se habrían infiltrado en el país y se habrían llevado a Ojeda a la cárcel de la que se habría escapado.
Una versión de la que pronto se hizo eco la oposición chilena, que comenzó a pedir explicaciones al Gobierno, y que llegó incluso a Caracas, donde fue negado con burla por responsables venezolanos.