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Rusia prohibió la exportación de gasolina para estabilizar mercado interno de combustibles

Además, el Gobierno estableció que el volumen mínimo de ventas de diésel en la bolsa deberá incrementarse de los actuales 12,5 % de la producción al 16 %.

Combustible. Foto: Getty Images / Xavier Lorenzo

El Gobierno ruso anunció este jueves 29 de febrero su decisión de prohibir la exportación de gasolina del 1 de marzo hasta el 31 de agosto para estabilizar la situación en el mercado de combustibles ruso ante el incremento de su demanda durante la temporada primaveral y estival.

“La exportación de gasolina se limitará durante medio año, del 1 de marzo al 31 de agosto”, informo el Gobierno en su canal de Telegram.

Se trata de la segunda prohibición impuesta a las exportaciones del combustible ruso desde septiembre pasado, cuando el ejecutivo ruso prohibió la exportación de gasolina y diésel para estabilizar el mercado.

Según informó el Gobierno, la presente prohibición no se aplicará a los suministros previstos en el marco de acuerdos intergubernamentales, incluyendo los países de la Unión Económica Euroasiática, al combustible sacado del país para usos personales ni al exportado con fines de ayuda humanitaria.

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Además, el Gobierno estableció que el volumen mínimo de ventas de diésel en la bolsa deberá incrementarse de los actuales 12,5 % de la producción al 16 %.

“Estas medidas tomadas están dirigidas a mantener la situación estable en el mercado de combustible durante el período de alta demanda vinculado a los trabajos primaverales de agricultura, la temporada de vacaciones y las reparaciones planificadas de las refinerías de petróleo”, añadieron las autoridades rusas.

El Ejecutivo ruso prohibió el pasado 21 de septiembre la exportación de combustible -gasolina y diesel-, una medida que no se extendió a Kazajistán, Bielorrusia, Armenia y Kirguistán.

Rusia se vio obligada a imponer estas limitaciones en septiembre pasado, ya que el incremento de los precios del combustible en el mercado internacional estimuló a las empresas rusas a incrementar las exportaciones de gasolina y diésel, lo cual provocó, junto a la progresiva devaluación del rublo provocada por la guerra en Ucrania, un alza de los precios.

La medida surtió el efecto esperado y provocó una caída considerable de los precios de la gasolina y el diésel en la mayoría de las regiones rusas, lo que permitió al Gobierno reanudar las exportaciones de diésel en octubre y las de gasolina en noviembre.