El presidente de Senegal propondrá una amnistía general sobre las protestas desde 2021
Con este diálogo, el presidente asegura que quiere poner fin a la profunda crisis desatada en el país a raíz del aplazamiento de las elecciones presidenciales.
El presidente de Senegal, Macky Sall, anunció este lunes que propondrá ante la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral) del país una ley de amnistía general que cubra las fuertes protestas que se han producido desde 2021 en el país, con el objetivo de impulsar la reconciliación nacional.
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“En un espíritu de reconciliación nacional, presentaré este miércoles a la Asamblea Nacional en Consejo de ministros un proyecto de ley de amnistía general sobre los hechos relativos a las manifestaciones políticas ocurridas entre 2021 y 2024″, dijo Sall en su discurso de apertura del diálogo nacional que empezó hoy en el Centro Internacional de Conferencias Abdou Diouf, en la ciudad de Diamniadio, a algo más de treinta kilómetros de Dakar.
Con este diálogo -boicoteado por la mayor parte de la oposición- el presidente asegura que quiere poner fin a la profunda crisis desatada en el país a raíz del aplazamiento de las elecciones presidenciales programadas inicialmente para el 25 de febrero y establecer una nueva fecha electoral.
“Nuestro país se enfrenta a una importante encrucijada (...) Mi deseo es que podamos avanzar hacia unas elecciones pacíficas, inclusivas y transparentes”, señaló el mandatario, ante decenas de representantes de diferentes sectores de la sociedad.
“Tengo un solo objetivo: encontrar un consenso sobre la fecha de las próximas elecciones presidenciales”, añadió, al reiterar que planea abandonar el poder cuando termine su mandato el próximo 2 de abril, como confirmó la pasada semana en una entrevista televisada.
El diálogo, sin embargo, fue boicoteado por la inmensa mayoría de los aspirantes presidenciales cuya candidatura ha sido aprobada.
De hecho, sólo dos de ellos aceptaron reunirse este lunes con Sall antes del inicio del diálogo: Amadou Ba, actual primer ministro y candidato de la coalición oficialista Benno Bokk Yaakaar (Unidos por la Esperanza, en lengua wolof), y Mahammed Dionne, ex primer ministro también bajo la Presidencia de Sall.
El pasado viernes, la plataforma opositora FC25, que agrupa a 16 de los 19 candidatos, rechazó el diálogo nacional al acusar al presidente de violar la Constitución.
“Su principal objetivo es intentar excluir a los candidatos seleccionados por el Consejo Constitucional y posiblemente, con su diálogo, avanzar hacia un (nuevo) mandato, que rechazamos sistemáticamente”, dijo en una rueda de prensa en la capital senegalesa el representante del grupo, Cheikh Tidiane Youm.
La negativa de la oposición a la oferta de Sall tiene lugar en un momento de gran tensión política por el aplazamiento electoral decretado el pasado 3 de febrero por el presidente y declarado ilegal por el Consejo Constitucional.
Ese tribunal consideró “contraria a la Constitución” la votación del Parlamento que, auspiciada por Sall, aplazó el pasado día 5 las elecciones del 25 de este mes al 15 de diciembre próximo.
La modificación de la fecha electoral ha desatado fuertes protestas en las calles, a menudo dispersadas con dureza por la Policía y en las que han muerto al menos cuatro personas.
La oposición demandaba a Sall que estableciera una fecha antes de agotar su mandato.
El jefe del Estado defendió la moratoria electoral por “la polémica sobre una candidata cuya doble nacionalidad (francesa y senegalesa) fue revelada tras ser publicada la lista definitiva”, algo que la Constitución senegalesa no permite a los aspirantes presidenciales.
Para el presidente, ese descubrimiento reveló un “presunto caso de corrupción de jueces” que puso en cuestión el proceso de selección de candidaturas.
Sin embargo, la inmensa mayoría de la oposición rechazó el aplazamiento electoral al considerarlo un “golpe de Estado constitucional”.