La estrategia del Gobierno para lograr el apoyo de los conservadores a sus reformas
La ratificación de Efraín Cepeda no cambia la línea de la Casa de Nariño frente a la casa azul: conquistar a los representantes a la Cámara
El nombramiento de Luz Cristina López Trejos como ministra del Deporte generó un terremoto político en el Partido Conservador que terminó con la renuncia y posterior ratificación en el cargo del presidente de la colectividad, Efraín Cepeda.
Sin embargo, la victoria política que se anotó Cepeda -que ha promovido una posición de independencia en la bancada conservadora- no tiene nervioso al Gobierno.
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La lógica es simple: el Directorio Nacional Conservador, que fue la instancia que rechazó la renuncia de Cepeda, no es el que toma decisiones sobre las reformas. Son los congresistas quienes tienen la última palabra sobre la posición del partido, por lo que, según le aseguraron fuentes de la Casa de Nariño a La W, es necesario asegurar la mayor cantidad de votos en la bancada para asegurar el tránsito de los proyectos promovidos por el Gobierno.
Teniendo en cuenta que los conservadores tienen 27 curules en la Cámara y apenas 15 en el Senado, la prioridad es conseguir los votos en la Cámara Baja para impulsar la posición de apoyo a las reformas sociales en la bancada o la libertad para que los parlamentarios no estén atados por la Ley de bancadas.
Con base en la posición del Gobierno, el nombramiento de López Trejos se mantendría ya que, además de sus calidades profesionales, cuenta con el respaldo de la bancada conservadora en la Cámara. La estrategia del Gobierno sólo funcionaría si logra la cohesión de los representantes conservadores, que no es tarea fácil.