Al Oído: Gobierno Petro no tiene determinación para frenar al ELN en nueva burla a la paz

Colombia no es un país fácil y acá nunca logramos terminar de llorar una tragedia cuando llega otra, sin embargo, lo hemos romantizado creyendo que somos uno de los países más felices del mundo.

Así amanecemos hoy: con el ataque de las disidencias de las Farc en Cauca contra un transporte escolar; el ELN con su paro armado en Chocó, con miles de personas confinadas.

El Ejército denunció la retención de 14 militares por parte de habitantes de una vereda en La Macarena, Meta, y aunque la situación ya fue superada, denuncian el hecho como una violación del cese al fuego por la instrumentalización de la población civil para cometer este hecho. Un detalle para tener en cuenta que no es menor: tanto disidencias de Farc como ELN, se supone, están en cese del fuego.

El comisionado salió de manera contundente y dijo, “el cese al fuego no es un permiso para la comisión de delitos”. Tal vez es ahí en donde hacemos zoom. Esto es una prueba más de que no hay verdadera voluntad de paz. Se confirma lo que hemos advertido, esta miope guerrilla está perdiendo la mejor oportunidad y solo están abusando de la buena fe del Gobierno mientras se fortalecen militarmente. Hay una incapacidad total para defender la ciudadanía.

Parece que en la mesa de negociación se olvida cómo funciona el ELN, una organización federalizada, distinta a las Farc, que son piramidal. Es decir, frente a llegar a tomar decisiones y acciones, no van a decidir nada. Esta guerrilla está divida en los líderes con quienes el Gobierno negocia, que están por fuera del país en la mesa y los combatientes que están en el terreno.

Lo que se está negociando no está llegando al territorio y ahí quedan dos preguntas: ¿están sentados con quienes no deben o la estructura del diálogo debe cambiar por completo?

El éxito de un proceso siempre está sujeto a dos vías con dos caminos fundamentales: oferta y alternativas.

La factibilidad de la solución de cualquier conflicto armado depende de que las ventajas de la paz sean mayores que las ventajas de mantener el conflicto armado por eso Al Oído esperamos que el jefe negociador y, por supuesto, el presidente, den un giro a la estructura de los diálogos.

Hoy el ELN y las disidencias son quienes tienen el sartén por el mango y en el territorio en esa Colombia profunda nuestros soldados maniatados están poniendo el alma con una diferencia no se sienten respaldados sus familias están desilusionadas de verlos arriesgar la vida casi que desamparados sin apoyo.

Hoy el ELN se siente empoderado tienen la atención mediática que por años les costó y están creciendo militarmente y en territorio. No quiero sonar pesimista, pero lo que nos demuestran es que está negociación también la burlaran la diferencia es que jamás tendrán las posibilidades que tienen con este gobierno, y al ser un gobierno de izquierda de quedarse en la lucha pierden su discurso político y solo se vuelven un grupo ilegal.

Colombia, al parecer, esta vez tampoco tendrá paz con el ELN.