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¿Por qué son más largos los vuelos de oriente a occidente? Este es el fenómeno científico

Diferentes organizaciones científicas le han dado respuesta a este extraño acontecimiento, le contamos de qué se trata y más detalles

Avión volando sobre una ciudad y atravesando las nubes (Foto vía GettyImages) / Aaron Foster

Por años, miles de científicos han intentado responder a las enormes incógnitas que genera el universo, el sistema solar o la Tierra con el fin de hacer nuevos descubrimientos y adelantar investigaciones en beneficio del desarrollo humano. Gracias a esas incontables preguntas resueltas por investigadores, hoy por hoy conocemos muchas cosas; por ejemplo, cómo funciona nuestro planeta.

La superficie de la Tierra es “sólida y activa, con montañas, valles, cañones, llanuras, entre otros”, explica la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA); además, se compone principalmente de extensos kilómetros de agua, al punto de cubrir el 70% de su suelo. La atmósfera se forma de nitrógeno y enormes cantidades de oxígeno, elemento indispensable para que exista vida; igualmente, “nos protege [la atmósfera] de los meteoroides (...) que se desintegran antes de llegar a la superficie en forma de meteoritos”, agregan.

Debido a la rotación constante que tiene el planeta en el sistema solar, existe el día y la noche y, a raíz de que gira sobre su propio eje, el aire circula en diferentes direcciones, es decir, en el hemisferio norte va hacia un lado, en el hemisferio sur hacia otro lado y en la línea ecuatorial se mantiene neutra. Esto se vuelve relevante porque genera afectaciones en varias cosas; por ejemplo, en la cantidad de tiempo que demora un vuelo.

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¿Por qué son más largos los vuelos de oriente a occidente?

Aunque muchos no lo crean, los vuelos son más largos de oriente a occidente por un fenómeno conocido como el efecto ‘Coriolis’, “una fuerza responsable de la dinámica de las corrientes de aire a gran altitud”, afirma National Geographic.

Esto fue descubierto en 1835 por el ingeniero y matemático francés Gustave-Gaspard Coriolis, quien encontró que al aplicar las leyes newtonianas, “es necesario incluir en la ecuación una fuerza inercial que actué a la derecha de la dirección del movimiento del cuerpo cuando el sistema de referencia gira en el sentido contrario a las agujas del reloj”, explica la revista científica.

Teniendo lo anterior en cuenta, la fuerza ‘Coriolis’ “es la desviación de la trayectoria de un objeto que se mueve en línea recta cuando está dentro de otro objeto en rotación”, afectado por la potencia del viento, aclara la aerolínea Iberia.

Por lo tanto, cuando los aviones vuelan sobre cierta altura, “el viento suele soplar en la misma dirección” de occidente a oriente y si la aeronave va en sentido contrario, se demorará más en llegar a su destino, indica Iberia.