“El fuego avanzó hacia nosotros”: bombero herido tras incendio en Cerros Orientales

Bogotá

En diálogo con W Fin de Semana, Carlos Cuervo, miembro del Cuerpo Oficial de Bomberos de Bogotá, compartió su experiencia sobre cómo los miembros de los organismos de socorro arriesgan su vida para controlar los incendios atizados por el Fenómeno de El Niño en los cerros orientales.

Cuervo, quien ha sido bombero durante 17 años, resultó herido durante la atención del Cerro El Cable el pasado 24 de enero y hoy en día se recupera en la Clínica Marly.

En el marco de la emergencia que se vive actualmente en los cerros orientales de Bogotá desde el pasado 22 de enero, Cuervo contó que sus jornadas laborales se han intensificado: “Nuestras jornadas de trabajo anteriormente eran 24 horas y se descansaban 24. Debido a la situación tan apremiante, se ha tomado la decisión de modificarla para tener la mayor cantidad de bomberos disponibles”.

En ese sentido, el bombero Cuervo agregó: “Para los bomberos, está muy claro: los incendios forestales son los más peligrosos porque no están confinados (…) avanzan desproporcionadamente y, con la ayuda del viento al producirse al aire libre, toman la dirección que quieran”.

En cuanto a las circunstancias en las que ocurrió el incidente en el que resultó herido, el bombero relató en W Fin de Semana: “Estábamos concentrados en el incendio de la quebrada La Vieja (…) haciendo monitoreos por diferentes puntos. Fue como al mediodía e inmediatamente se mandó que el helicóptero hiciera la primera descarga, pero no logró controlarlo y se ve que el fuego aumenta rápidamente. Nos dan la orden de desplazarnos inmediatamente hacia el sector del Cerro El Cable a hacer el ataque”.

Mientras se trasladaban, recordó, el incendio adquiere una mayor dimensión, por lo que deben hacer el tendido de manguera que es una tarea de alta complejidad: “La idea es hacer un tendido a través del mismo camino para que esté protegida en caso de que el fuego avance”.

“Cuando vamos avanzando, nos damos cuenta de que el incendio avanza vorazmente de norte a sur por el viento, que lo está impulsando (…) nos tocó hacer el tendido en línea recta y lo único que yo veo es maleza, no veo ningún camino. Nos tocó hacer como en la selva: pasar por encima de árboles y troncos con la manguera al hombro, que es pesada”, explicó.

Después de 45 minutos, en los que lograron tender la manguera en línea recta para que el agua pudiera circular, el bombero expresó: “Nosotros llegamos a la pared de la montaña, era solo roca. Nos tocó escalar el muro a nosotros mismos (…) finalmente logramos coronar la el cerro y quedamos frente a frente con el fuego, a 50 metros de las llamas”.

Una vez allí, agregó el bombero, comenzaron las maniobras de control con el agua y herramienta manual: “Cuando estamos atacando el costado sur, en el costado norte un árbol se empezó a prender. Uno sabe que, si el árbol en llamas cae, forma un puente y nos va a cerrar (…) el fuego avanzó hacia nosotros y escuché un fuerte crujido, pensé que era un árbol, pero cuando miré hacia lo alto de la montaña, vi una avalancha de rocas se nos vino encima a mis compañeros y a mí”.

“Recuerdo que lo vi como en cámara lenta (…) a mi compañero, una roca lo alcanzó y lo levantó. Yo tuve desafortunadamente una lesión a nivel de rodilla izquierda. Tengo pendiente una radiografía de la rodilla, porque van a descartar algún tipo de lesión, pero se me desgarró el 50% de ese tendón. Esto me da una inmovilización y una incapacidad de 30 días”.

Sobre cómo reacciona su familia ante los riesgos que implica la carrera de bombero, Cuervo aseguró: “Siempre ha sido un susto para mi mamá (…) ellos ven noticias y cualquier bombero que ven en pantalla, es su hijo”.

También se refirió a lo que se ve en televisión sobre el trabajo de los bomberos: “Lo que llega a través de las cámaras a veces no dimensiona la realidad. Lo que uno está viviendo ahí adentro a veces es terrible”.