Escoltas del contralor aseguran que los ponen a pasear a su perro

A través de una carta dirigida a la UNP, al Ministerio de Trabajo, a la Unión Temporal Protección y Vida, entre otros, cinco escoltas del contralor general en funciones, Carlos Mario Zuluaga, señalan que han tenido que realizar acciones que no están dentro de sus funciones, como pasear al perro del contralor.

En la misiva señalan que tienen que hacerse cargo de responsabilidades, tales como:

• Puesto fijo plataforma.
• Pendiente de termos de tinto y aromáticas.
• Resolver situaciones de los vehículos que no tenemos asignados al esquema.
• Trasladar a personal que no hace parte del esquema y que no está dentro de las medidas de protección de la UNP.
• Sacada y paseo de mascota.
• Diligencias administrativas que no hacen parte de nuestra competencia a contratar.

Además, agregan que han realizado turnos extensos que extralimitan el tiempo (hasta más de 18 horas diarias).

Señalan que esta situación se la han manifestado al mayor jefe de esquema, pero ha hecho caso omiso, se trata del teniente coronel Jaime Andres Martínez Sánchez, asesor y jefe de seguridad del contralor en funciones, quien les notificó las tareas y actividades de seguridad que se prestarían para el Contralor y para su grupo familiar.

Incluso alerta que son víctimas de “ataque físico, verbales, intimidaciones, amedrantamiento, como empujones, ridiculiza como en público y/o compañeros, entre otros, por parte del teniente coronel asesor de seguridad y mayor jefe de esquema, de Contraloría”.

Contralor en funciones responde

Frente a esta misiva, la cual no le fue remitida al contralor en funciones, Carlos Mario Zuluaga, asegura que los hechos, en su mayoría, “son acusaciones en  contra del jefe de seguridad el coronel Martínez de quien tengo la mejor impresión y referencia” y agregó que rechaza “cualquier acto de agresión denunciado por el equipo, que nunca me lo han hecho saber directamente” y que  jamás he visto un acto de maltrato por parte del coronel con el equipo que él dirige.

Asimismo, señaló que desde que tiene a su perro Oslo contrató un servicio de paseador que los recoge todos los días a las 7:00 de la mañana y los regresa en la tarde y es el encargado de atenderlos .

Eso sí reconoció que ha usado a sus escoltas para hechos que no son sus funciones.

“Lamento y pido excusas porque sí es cierto que en varias ocasiones dos personas cercanas a mí, que hacen parte del esquema han tenido que socorrer en emergencias a la mascota, recuerdo una vez que me tocó pernoctar en Bucaramanga y Oslo tuvo una hemorragia y el equipo lo llevó a una veterinaria. Y también fue cierto que una vez transportaron a un amigo de mi hija que vive por el centro comercial Gran Estación ( cerca a la Contraloría donde se guardan los vehículos ) y era tarde y estaba lloviendo y no fue fácil conseguir taxis”, afirmó.