<b>Guatemala vivió el pasado domingo una maratónica y turbulenta jornada, con un retraso de más de 12 horas para la investidura del presidente Bernardo Arévalo</b>. <b>Román Castellanos, diputado del Movimiento Semilla</b>, el partido político que llevó a Arévalo al poder, explicó en La W los detalles de lo que muchos denominaron, entre ellos el presidente Gustavo Petro, como un “golpe de Estado”.Según Castellanos, el Congreso ha estado “siempre torpedeando el proceso electoral” en ese país. Algunos diputados, que están vinculados al gobierno del expresidente<b> Alejandro Giammattei y también al Ministerio Público, querían “socavar la democracia y la voluntad popular”.</b>Antes de investir a Arévalo, se tenía primero que elegir a la Junta Directiva del Congreso. En medio de la jornada, la Corte de Constitucionalidad suspendió al Movimiento Semilla, por lo que ningún diputado de esa bancada iba a poder postularse para conformar dicha Junta Directiva. Es por eso que hubo <b>“un atraso de dos horas por intentar continuar con el bloqueo de la asunción del presidente a través de varios mecanismos”, afirmó Castellanos.</b>Sin embargo, “<b>la pelea por la Junta Directiva finalmente fue ganada por un diputado de la bancada del Movimiento Semilla </b>que se presentó como independiente, pero fue una difícil batalla porque de nuevo nos desconocieron, nos suspendieron a nosotros y a otros diputados de partidos aliados en nuestra calidad de bancada para no competir”, detalló el diputado.Esta suspensión le <b>quitaba varios derechos a la bancada Semilla</b>, como la posibilidad de presidir comisiones de trabajo e integrar la Junta Directiva. La finalidad era que la bancada del presidente Arévalo no la conformara. “Es una decisión política arbitraria e ilegal” por parte de la Corte de Constitucionalidad, dijo Castellanos, añadiendo que “<b>nosotros mismos corregimos ayer en la noche. Competimos como independientes, la ganamos y la primera decisión fue reverti</b>r” la suspensión del partido político del mandatario de Guatemala y de las otras bancadas.“El objetivo era que el Congreso fuera hostil porque iba a quedar en manos de quienes lo venían dirigiendo en las últimas décadas, en manos de quienes están vinculados al actual Gobierno y al Ministerio Pública”, aseguró el diputado. Es decir, quienes estaban en el poder hasta ayer querían un ambiente de “ingobernabilidad”.Pero la mayoría que ganó la Junta Directiva en el Congreso “somos del partido de Gobierno y construimos un bloque de alianzas. Eso no significa que los diputados no tengan derecho de fiscalizar, intermediar y cuestionar el trabajo” de Arévalo, porque “debe haber un contrapeso”, pero la idea es que “esto se haga dentro el marco constitucional y democrático, no con fines de golpe de estado, como lo estábamos viendo”.Durante la maratónica jornada de ayer, el Movimiento Semilla “<b>neutraliza esa búsqueda de ingobernabilidad que se pensaba instalar” desde el poder legislativo, y se detiene “toda esta persecución, criminalización y deterioro democrático”.</b>Desde el 25 de junio del año pasado, cuando Bernardo Arévalo venció a su contrincante Sandra Torres en la segunda vuelta de Guatemala, “hubo varios intentos” de inhabilitar al socialdemócrata con el fin de que no llegase al poder. “El último recurso que quedaba era la Junta Directiva del Congreso. Si hubiesen ganado eso, creo que tenían más facilidad de continuar con esta persecución. Ahora mismo, creo que podemos lograr cierta gobernabilidad en un marco constitucional. Eso es lo que buscamos, esa es la agenda que planteamos”, sentenció Castellanos.<b>Escuche la entrevista completa a continuación: </b>