Estudio reveló si se puede comprar la felicidad: Esto dicen los expertos
Daniel Kahneman y Angus Deaton, ganadores del Premio Nobel de Economía, responden a esta importante pregunta
A menudo, los seres humanos se plantean infinidad de preguntas que buscan ser resueltas por científicos, investigadores, físicos, matemáticos, entre otras personas con importante relevancia en el mundo y, uno de los cuestionamientos frecuentes que se da en conversaciones con familiares, amigos o parejas es acerca de la felicidad, específicamente si el dinero puede comprarla.
De acuerdo con la revista científica ‘Greater Good’ en la que se tratan temas relacionados con la psicología, sociología y neurociencia; la felicidad podría ser definida como “una variedad de emociones positivas, que incluyen diversión, alegría, orgullo y satisfacción”, explican; sin embargo, Sonja Lyubomirsky, profesora del Departamento de Psicología de la Universidad de California en Riverside, la describe en su libro ‘The How of Happiness’ como: “la experiencia de alegría, satisfacción o bienestar positivo, combinada con la sensación de que la vida es buena, significativa y valiosa”.
Independientemente de la definición que cada persona le dé a la felicidad, la mayoría la asocian con algo completamente positivo, pero ¿existe una relación con el dinero?
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¿La felicidad se puede comprar con dinero?
Daniel Kahneman y Angus Deaton, ganadores del Premio Nobel de Economía, se plantearon este cuestionamiento que fue explicado mediante el estudio ‘High income improves evaluation of life but not emotional well-being’, publicado en 2010, en el que presentaron un análisis y consolidado de más de 450 mil respuestas.
De acuerdo con sus investigaciones, el bienestar emocional se ve influenciado por la cantidad de ingresos económicos que se reciben; pero, el progreso se limita cuando se gana anualmente una cantidad de 75 mil dólares o más de 290 millones de pesos colombianos.
Asimismo, “el dinero no compra necesariamente la felicidad (...) porque los ingresos no mejorarían la capacidad de las personas para hacer lo que más les importa, es decir, pasar más tiempo con sus seres queridos, disfrutar del ocio, evitar el dolor y las enfermedades”, agregan.
No obstante, diferentes estudios como el de ‘Money Buys Happiness When Spending Fits Our Personality’ desarrollado por investigadores de la Universidad de Cambridge, revelaron que gastar dinero “puede aumentar la felicidad cuando se trata de comprar bienes y servicios que se adaptan a nuestra personalidad y, por lo tanto, satisfagan nuestras necesidades psicológicas”.
A esto se le puede sumar la investigación empresarial hecha por Harvard Business School, en la que señalan que, al tener una mayor cantidad de ingresos, las personas tienen la oportunidad de estar más satisfechas con sus vidas, pero, el dinero debería ser entendido como una manera para “evitar muchas molestias cotidianas que causan estrés”.
Teniendo todo esto en cuenta, la felicidad no solo depende del dinero, pues de acuerdo con las conclusiones dadas por Kahneman y Deaton, sería una recopilación de varios factores; por ejemplo, la familia, la diversión, los amigos, entre otros; además, depende de cada persona si considera o no que, al gastar, comprar cosas materiales o tener mayores ingresos le da felicidad.