Al Oído: Verónica Alcocer, la prueba de que no hay respeto por lo público, ¿vivir sabroso?
El Gobierno del ‘cambio’ llegó con gastos innecesarios, cero austeridad y una primera dama que nos sale muy cara.
Al Oído: Verónica Alcocer, la prueba de que no hay respeto por lo público, ¿vivir sabroso?
Al Oído de la vanidad y desfachatez en medio de una canción que suena desde Palacio “Antes muerta que sencilla”
Quiero arrancar diciendo que recuerdo cómo criticaron a la exprimera dama Juliana Ruiz que por una chaqueta, que porque usó tres veces vuelos oficiales, que porque quería sacar una autobiografía que finalmente jamás salió, pero ahora sí absoluto silencio de los congresistas y creadores de contenido del Pacto Histórico frente al poder evidente que tiene la primera dama Verónica Alcocer. Una mujer que, de verdad, si algo es, es buena amiga.
Recordemos que sus grandes amigas han sido ubicadas en el Gobierno, incluso sin tener idea de los cargos que ocupan, también es una gran vecina, si no que lo diga doña Concha Baracaldo, de la que extrañamos su bella voz cantando en el ICBF.
Ni hablemos de lo que es viajar sabroso porque eso sí, es una dama viajera, representándonos en Londres, Tokio, Nueva York, Oslo y El Vaticano. Una dama muy viajera que, sin importar los cuestionamientos que se le hacen, continúa su agenda cuando ni siquiera es funcionaria del Gobierno, olvidando la prioridad de la niñez.
Una primera dama que para mejorar clima organizacional llevó a Nerú al Gobierno porque, eso sí, que vivan los masajes y las pausas activas bailando.
La última perla es la revelada por el portal de La Silla Vacía, quienes en una investigación contaron que la primera dama viaja con una comitiva integrada por un estilista personal, una asesora (que es su mejor amiga), una comunicadora y un fotógrafo personal.
La mayoría de sus contratos se han gestionado a través de la Consejería para la Reconciliación, dependencia del Gobierno en la que la primera dama maneja cuotas burocráticas. La comitiva superó a los 1.000 millones de pesos.
Los ciudadanos no se matan pagando impuestos para que la primera dama Verónica Alcocer tenga maquillador, fotógrafo, mejor amiga y asesora con sueldo de ministro.
Esto es un abuso con millones de colombianos, una vergüenza. ¿Qué dirán los nadies? Como dice nuestro presidente, tenaz esos blanquitos ricos con este Gobierno derrochón. ¿Nombre de la película? Hipocresía.
Al Oído: Verónica Alcocer, la prueba de que no hay respeto por lo público, ¿vivir sabroso?