“Debo mostrarle al mundo lo que hace Israel”: periodista sobre la guerra en Gaza

El pasado 7 de enero, se conoció que tres periodistas murieron en la Franja de Gaza en medio de un ataque de Israel.

Uno de los periodistas fue identificado como Hamza al Dahdouh, uno de los hijos del jefe de la corresponsalía de la televisión catarí Al Jazeera en el enclave palestino, Wael al Dahdouh, quien ha perdido a gran parte de su familia en los bombardeos. Otro de los muertos fue Mustafa Thuraya, un periodista independiente.

El Gobierno de Gaza confirmó que los dos comunicadores murieron cuando el vehículo en el que se desplazaban fue atacado durante una cobertura informativa en Rafah, al sur del enclave palestino.

Posteriormente, se conoció que el reportero gráfico Ali Salem Abu Ajwa murió en un ataque aéreo en la ciudad de Gaza, en el norte del enclave costero.

A propósito de estos episodios, La W conversó con el fotógrafo Anas Fteiha, quien era colega y amigo personal de Al-Dahdouh, para conocer detalles sobre cómo operan los medios de comunicación gazatíes en medio de la guerra.

Fteiha afirmó que, con esta guerra, su amistad se hizo más cercana debido a que llevan más de 90 días cubriendo esta guerra: “Israel los ha asesinado de manera directa por el simple hecho de realizar de su labor periodística”, señaló.

Sobre cómo ha realizado su trabajo en medio de los ataques, Fteiha aseguró que se ha visto obligado a evacuar aproximadamente en cuatro ocasiones: “Evacuábamos juntos (con Al-Dahdouh) porque trabajábamos a la par como freelance (…) en Rafah, la situación era bastante complicada porque tuve que separarme de mi familia, siempre tengo miedo de escuchar una mala noticia como la de la pérdida de mi compañero”.

El fotógrafo también contó que ha realizado cubrimiento periodístico de los acontecimientos en la Franja de Gaza desde 2017, cuando empezaron las marchas del retorno, así como las varias escaladas del conflicto y la dura guerra de 2021.

Sobre cómo logra compaginar su trabajo con proporcionar a su familia las necesidades básicas para subsistir, Fteiha reconoció que es bastante complicado al principio:

“Yo me encontraba lejos de mi familia y las telecomunicaciones son difíciles en la Franja de Gaza. Podían pasar 25 días sin saber nada de ellos (…) no sabía si se encontraban bien o si les faltaba algo. He podido traer a mi familia, pero me encuentro en el lugar de los acontecimientos a pesar de que mi mente está en mi familia, si les falta o si necesitan algo”.

En cuanto a la vida en Gaza por estos días, Fteiha contó: “Sigue siendo bastante complicado, incluso más que en los primeros días de la guerra. Cada vez es menor la ayuda humanitaria que entra en la Franja de Gaza, así como la comida y el agua potable. Incluso los precios son mucho más elevados. Anteriormente, se podía comer tres o cuatro veces al día, pero ahora solo se puede una vez (…) la comida que llega es enlatada: algo de atún, embutido o frijoles”.

Sobre el lugar donde pasan la noche, Fteiha reveló que los periodistas a veces duermen en la calle: “Nos encontramos ahora mismo en la Gobernación de Rafah, en el hospital en el que se encuentra mi familia (…) estamos en una tienda de campaña, no hay lavabos para realizar las necesidades básicas o asearse”.

En cuanto a la razón por la que ejecuta su labor periodística en medio de las dificultades, Fteiha respondió: “Mi familia ha sido mi principal apoyo. Siempre tienen miedo de que en cualquier momento pueda ser bombardeado, como lamentablemente pasó ayer, pero, como palestino, debo mostrar al mundo lo que hace Israel como bombardear viviendas, así como los crímenes que ha cometido contra niños y civiles inocentes. No solamente es un trabajo, es un deber nacional”.

Reacciones a la muerte de los tres periodistas

• Por: Agencia EFE

El Gobierno gazatí, controlado por el grupo islamista Hamás, condenó sus muertes y denunció “el intento fallido” por parte de Israel de “oscurecer la verdad” con ataques a periodistas.

“Pedimos a sindicatos de prensa y medios, entidades legales y de derechos humanos que condenen este crimen y denuncien su reiteración por la ocupación (israelí)”, subrayó en un comunicado.

Por su parte, Hamás acusó a Israel de asesinar deliberadamente a los dos periodistas que iban juntos, en un “crimen de guerra” con el fin de “aterrorizar” a los periodistas para que dejen de informar en Gaza.

Según datos de las autoridades gazatíes, con sus muertes se elevan a 110 los periodistas muertos en Gaza durante la guerra, entre los que incluye también a influencers e intelectuales.

No obstante, la organización no gubernamental Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) asegura que son 77 los reporteros muertos, además de 16 heridos, tres desaparecidos y 21 detenidos durante la cobertura de esta guerra.

“Espero que Dios te proteja”, había escrito hace unas horas en redes sociales, dirigiéndose a su hijo, Wael al Dahdouh, cuya esposa, una hija de 7 años y otro hijo murieron en un bombardeo israelí en el campamento de refugiados de Nuseirat junto con otras 21 personas hace unas semanas.

Wael al Dahdouh resultó herido y un compañero suyo murió en el ataque de un dron israelí pocos días después mientras cubrían el bombardeo de una escuela de la ONU en Jan Yunis, en el sur de Gaza.

Vídeos y fotografías en redes sociales muestran hoy al periodista llorando la muerte de su hijo Hamza junto a su cuerpo sin vida.

“Es nuestro destino y debemos aceptarlo”, declaró, pero “el mundo entero debe mirar a lo que está pasando en Gaza”.

Israel declaró la guerra al grupo a Hamás el 7 pasado de octubre, tras un masivo ataque del grupo islamista que incluyó el lanzamiento de cohetes y la infiltración simultánea de miles de milicianos que masacraron a unas 1.200 personas y secuestraron a otras 250 en poblaciones cercanas a Gaza.

Desde entonces, el Ejército de Israel ha lanzado una fuerte ofensiva por aire, tierra y mar en el enclave palestino, donde ya suman más de 22.800 los muertos y 58.400 los heridos, en medio de una crisis humanitaria sin precedentes con el colapso de los hospitales, el brote de epidemias y la escasez de agua potable, alimento, medicinas y electricidad.