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La hoja de ruta de cómo se perdió la sede de los Juegos Panamericanos

La W conoció en exclusiva los documentos que evidencian cómo se perdieron los Juegos Panamericanos 2027.

La hoja de ruta de cómo se perdió la sede de los Juegos Panamericanos

W Radio conoció la cronología de cómo Barranquilla perdió los Juegos Panamericanos 2027 con base en documentos revelados por Julio Sánchez Cristo.

Es preciso recordar que Barranquilla ganó la sede de los Juegos Panamericanos 2027 gracias a su buena organización en los Juegos Centroamericanos de 2018, lo que logró con poco presupuesto y una capacidad organizacional local muy laureada.

En aquel entonces, el Gobierno Nacional se había comprometido con pagar el 70% de los Juegos. Sin embargo, solo pagó el 30% y Barranquilla tuvo que hacer increíbles esfuerzos para sacarlos adelante.

A partir de ese momento, Barranquilla realizó dos visitas directas a Panam a través del alcalde Alejandro Char, quien expresó el interés de la capital del Atlántico para ser sede de los Juegos Panamericanos 2027.

Año 2020

En medio de la pandemia del COVID-19 en 2020, el alcalde Jaime Pumarejo conformó un equipo de trabajo destinado a buscar la candidatura y generaron una propuesta para Panam: un plan maestro preliminar con el cual fueron ganándose la confianza del comité ejecutivo y de los funcionarios.

Todo esto se realizó a partir de recursos propios y un equipo base de la Alcaldía.

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Año 2021

En agosto de 2021, se le otorgó la sede oficialmente a Barranquilla y Colombia. En ese momento, se firmó un contrato sede del cual hacen parte el Gobierno Nacional, a través del Ministerio del Deporte, la Alcaldía de Barranquilla, la Gobernación del Atlántico y el Comité Olímpico Colombiano.

Cabe anotar que los juegos de Lima y de Santiago fueron financiados en su totalidad por el Gobierno Nacional. Aunque la sede es una ciudad, la obligación es del Estado y del Comité Olímpico primordialmente.

Los Juegos en Barranquilla tendrían un costo aproximado de 400 millones de dólares, menos de la mitad de lo que invirtió Perú para sus juegos en Lima. Esto, por cuenta de los buenos escenarios y su mantenimiento en Barranquilla, además de una logística eficiente.

En conjunto con la Embajada británica, se realizó estudio socioeconómico que concluyó que los Juegos traerán crecimiento económico, turismo, empleo, desarrollo deportivo, mejoras en salud y una infraestructura urbana renovada. Todo esto muy por encima del costo de la inversión en los mismos Juegos.

Barranquilla es la única entidad que pagó los derechos a Panam y además fue quien asumió todos los gastos logísticos, de diseños preliminares, de personal y de planeación.

Antes del final del gobierno de Iván Duque, se dejaron en el presupuesto los fondos para pagar a Panam las anualidades y, además, un contrato para conformar el comité ejecutivo de los Juegos y cumplir las obligaciones adquiridas por todos ante Panam.

Año 2022

Al llegar Maria Isabel Urrutia al cargo de ministra del Deporte, ella manifestó que el Gobierno debía renegociar el contrato y que el Ministerio no tenía la plata ni la manera de hacer los pagos correspondientes. Viajó a Chile a una asamblea de Panamá a asegurar que el Gobierno estaba comprometido con los Juegos, pero nunca contestó las misivas ni las llamadas de Panam Sports.

Lo que intentó hacer fue desconocer el contrato con Panam, poner autoritariamente un gerente y empezar a contratar gente.

Más adelante, al llegar al cargo la ministra Astrid Bibiana Rodríguez en 2022, se determinó que el Gobierno estaba revisando si hacer o no los Juegos. Le pidió un tiempo a Panam y no hubo pago o decisión por parte del Gobierno.

Año 2023

A mediados del 2023, la ministra, Panam, la Alcaldía de Barranquilla y la Gobernación del Atlántico renegociaron unos términos: primordialmente, que el Gobierno quería que los Juegos no fueran en Barranquilla, sino en todo el Caribe. Se accedió a ello, pero meses después el Gobierno todavía no daba luz verde a los Juegos y se seguía en un ínterin.

El alcalde de Barranquilla y la bancada costeña hicieron varias reuniones, sesiones descentralizadas de comisiones del Senado, cartas y peticiones para que los Panamericanos fueran considerados estratégicos y se recordara que fueron incluidos en el Plan de Desarrollo, por lo que eran un compromiso adquirido por el Estado.

En agosto, Panam dio un ultimátum a la Nación y los firmantes del contrato sede sobre los incumplimientos y la falta de definición. Barranquilla y el Comité Olímpico le solicitaron una prórroga a Panam para que el Gobierno tomara, por fin, una decisión y decidiera si habría o no Juegos.

Todos los actores hicieron un viaje a Santiago de Chile a otra asamblea de Panam y se negociaron nuevos términos que fueron aceptados por Panam. El Gobierno se comprometió, se convocó por fin el primer comité ejecutivo y se nombró a la ministra como la presidenta del Comité.

Ahí se reafirmaron los compromisos de pagar ocho millones de dólares, como lo había establecido el compromiso adquirido que el Ministerio haría ese pago: cuatro millones de dólares antes de diciembre 31 y cuatro millones de dólares antes de enero 31. Ese sería su primer aporte a los juegos.

Durante más de un año, el Gobierno no confirmó al comité ejecutivo de Panam Sports sobre si los Juegos se harían o no, pero la condición del Gobierno fue que los Juegos Panamericanos no serían solo en Barranquilla, como se acostumbra.

Al conformarse el comité ejecutivo, el Ministerio asumió formalmente el control de los juegos y el Gobierno requirió que los Juegos serían financiados 60% por el Gobierno Nacional y 40% por los entes territoriales.

Teniendo en cuenta que ahora se tenía la intención de que hubiera otras ciudades, ese 40% sería pagado de acuerdo con el número de disciplinas que corresponden a cada una.

Para diciembre de 2023, la ciudad de Barranquilla fue la única aportante a los Juegos. No solo en los pagos a Panam, sino en la planeación y preparación de las justas deportivas.

Aquí se preocupó Panam: aunque existía la voluntad y la capacidad de Barranquilla para hacer unos Juegos de gran categoría, el no recibir el pago significaba que el Gobierno no ha tenido la misma voluntad y capacidad de resolución durante más de un año y medio.

Por esa razón, la única forma de recuperar la confianza de Panam y demostrar voluntad por parte del Gobierno Nacional no solo es haciendo los pagos, sino demostrando capacidad de ejecución y trabajo en equipo entre ministerios y una dirección acertada de parte del despacho del presidente.

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