Fiscalía acusó a mujer víctima de violencia primero que a su agresor
“A nosotras nos matan por pedir ayuda”, aseguró la mujer que denunció, mucho antes, a su expareja.
Tatiana Arévalo denunció hace más de nueve meses a su expareja porque casi la mata delante de su hijo pequeño. Aunque se llenó de valor para buscar una abogada y acudir ante las autoridades judiciales con la esperanza de sobrevivir lejos de los golpes, una frase muestra su perplejidad y desilusión de la justicia: “A nosotras nos matan por denunciar, no por no pedir ayuda. El Estado no nos protege. Buscamos ayuda y salimos peor de como estamos”.
La denuncia por maltrato intrafamiliar hacia ella y su hijo, dio un giro inesperado. Tatiana pasó de ser denunciante de violencia, a estar denunciada y a punto de ser acusada por supuestamente haber agredido a su expareja con rasguños, cuando según su testimonio, fue un acto desesperado para no morir ahorcada por el padre de su hijo.
“Tatiana está adportas de una acusación ante la Fiscalía porque su expareja después de que la lesionó y la maltrató físicamente con incapacidad de 22 días de medicina legal y 30 días de incapacidad laboral, ahora ella lo rasguñó, pero obviamente por defenderse porque él la iba a ahorcar, él la denuncia y ella está adportas de una Acusación ante un juez de garantías. Me tocó interponer acción de tutela contra la Fiscalía porque la resolución de Acusación del agresor salió primero que la resolución de Acusación de la víctima, no se puede creer. A él se le demoraron 6 meses y medio y ella denunció hace 9 meses. La fiscalía hizo su trabajo con la denuncia de él, pero ¿cómo es que la fiscalía no tiene una perspectiva de género en casos de violencia intrafamiliar?”, aseguró Carolina Guevara, abogada de la denunciante.
En diálogo con Sigue La W, Tatiana aseguró que desde que se atrevió a denunciar a su agresor solo ha sido juzgada, no ha sido escuchada ni ha encontrado ayuda.
“El 22 de agosto de 2022, estaba en la casa con mi hijo y mi expareja me golpea, me amenaza, los abusos venían durante la relación, me amenaza con que me va a matar a mí y a mi hijo. Por las lesiones que sufrí ese día me dirijo a laComisaría 14 Los Mártires, Bogotá, donde fui tratada en igualdad de condiciones a él, quien me amenazó de muerte y me golpeó. Para ellos fue una riña pero esto en realidad fue un intento de feminicidio. No escucharon a mi hijo que fue el único testigo... él dice que no quiere verlo, ha sido un trámite con Bienestar Familiar, con la Fiscalía pues fui demandada por mi expareja. Yo que fui víctima terminé siendo agresora de él, pese a que tuve 22 días de incapacidad por Medicina Legal (...) Ahora en todos los procesos él se hace la víctima, tenemos que demostrar que no es cierto aunque gané la custodia de mi hijo. Pero por las visitas que fueron acordadas con el juez, la representante pone toda mi dirección, mis datos personales, no nos cuidan, por eso nos matan. A nosotras nos matan por buscar ayuda, el Estado no nos protege”.
Lea también:
En medio de estas denuncias, Tatiana advierte que ella y su hijo están siendo revictimizados pues se les obliga a tener visitas con el hombre que los puso en peligro a ambos.
“Mi hijo se niega a tener una conversación con el papá o a visitarlo porque le tiene miedo, él ha sido claro en decir que no quiere verlo, pero por sugerencia del juzgado 20, nos dice que tiene que verlo. Yo la verdad temo por mi vida, temor por la vida de mi abogada y mi familia en general. Él es una persona que no respeta a absolutamente a nadie”, aseguró.
Su abogada Carolina Guevara, explicó que ni la Comisaría 14 Mártires, ni la Fiscalía, han abordado el caso con perspectiva de género y entendiendo la dimensión de una denuncia previa por maltrato intrafamiliar.
“Cuando ella pone la denuncia, la Comisaría de Familia define que fue una riña y pone a la víctima en el mismo nivel que el agresor. Cuando él la agrede ella se defiende. Pero para la Comisaría de Familia fue una riña familiar y a prevención, en una nueva teoría, se le da medida de protección al padre o la madre que peleen en frente de sus hijos. Entonces ella tenía que mirar que no estuviera su hijo por ahí y la revictimiza porque en procura de los derechos de su hijo supuestamente, también es catalogada como una agresora porque permitió que su hijo viera la confrontación. Con todo el respeto que merecen con los jueces de este país, pero ¿qué está pasando? Le dicen a los apoderados, ‘no esto se dirime con comisarías y fiscalía’ y no tienen en cuenta que no es posible conceder visitas a un hombre o a cualquiera que esté en un caso de violencia intrafamiliar. Pensaría uno que los algunos jueces hacen oídos sordos” (...)
En procura de los derechos del menor a ella la someten a que tenga que confrontarse jurídica y físicamente con el agresor. Aparte de que ella fue víctima, las autoridades le dicen ‘usted es la que tiene que restaurar los lazos entre su hijo y el padre’. En este caso en particular el niño ha sido totalmente abierto ‘no deseo y no quiero hablar con mi papá’ porque el niño presenció cuando él niño prácticamente casi mata a su mamá. La ley está plasmada pero a la hora de la aplicación es muy difícil, como abogados tenemos que batallar y probar que su víctima no cometió ningún delito”, enfatizó.
Tatiana le pidió a las autoridades competentes y a la Fiscalía General en cabeza de Francisco Barbosa, que aborden las investigaciones con la misma celeridad que en otros casos mediáticos, y comprendiendo el peligro que afronta una persona víctima de maltrato, a quien intentaron quitarle la vida, incluso, delante de un menor de edad:
“Hago un llamado para que nos ayuden por favor. Nos matan por denunciar no por no pedir ayuda. Buscamos ayuda y salimos peor de como estamos, señaladas, obligadas a seguir en contacto con los agresores para mendigar una cuota alimentaria, someternos al maltrato físico, sicológico, después de decir ‘me iba a matar’ usan a nuestros hijos como una llave para ellos hacernos daño”.
“Eso que dicen que los casos de violencia intrafamiliar están avanzando de forma rápida, no es cierto. Son casos rogados. La víctima y abogados tenemos que ir, golpear puertas y decir mire esta prueba, mire este dictamen, tiene uno que ‘pullar’. Hasta que una mujer no esté ensangrentada o muerta, no le ponen cuidado. Lo digo con profundo respeto por las autoridades judiciales pero es un llamado a que se capaciten en los casos de violencia estructural contra la mujer”, advirtió la abogada Carolina Guevara.
Conozca el caso en Sigue La W: