Hoy estamos Al Oído de la <b>Navidad adelantada que les llegó a los jíbaros</b> de este país.El regalo llegó para muchos con la derogación del decreto que facultaba a la Policía Nacional para decomisar la dosis mínima. Frente a esto, el mandatario colombiano, Gustavo Petro, resaltó que la <b>distinción entre consumidor y jíbaro </b>es un asunto de inteligencia policial simple.Pero ¿qué tan sencillo será cuando, cada día, <b>se deja sin recursos a nuestros policías para perseguir la ilegalidad </b>y proteger los espacios públicos para nuestras familias y niños?El ministro de Justicia, Néstor Osuna, asegura que este decreto <b>no elimina la prohibición de comercio, ni de tráfico o de microtráfico</b>, ni <b>ningún comercio de drogas</b>, que eso sigue severamente prohibido por la ley colombiana. La verdad es que quedamos desprotegidos y en medio de entornos que no son seguros.Hay que desconocer mucho la realidad del país para creer que, como lo dijo el ministro de Justicia, es un asunto de enseñar a los hijos en casa, cuando la <b>mayoría de niños permanecen sin sus padres en casa</b> e incluso deben llegar a sus colegios solos. Olvidan que las bandas de microtráfico obligan a muchos niños, bajo amenazas, a ser el <b>puente para llevar droga </b>y que a las afueras de los colegios los extorsionan.<b>Quitarle facultades a la Policía no es asunto menor</b>, como nos quieren hacer ver, sino que es un retroceso frente a realidades que desde el escritorio les es complejo ver.Presidente, con el mayor respeto, esa decisión <b>podría traer inseguridad </b>y afectación para la <b>persecución del microtráfico</b>. En Bogotá, por ejemplo, el 11,4% de personas entre 12 y 65 años son consumidores de sustancias ilegales. El c<b>onsumo es asunto de salud pública</b>, y proteger y respetar espacios para niños es necesario.Normalizar el consumo y darnos como mejor consejo por parte del Gobierno la recomendación de que nuestros hijos consuman en casa es ofensivo. <b>A los delincuentes se les persigue, no se les hace la vida fácil</b>.Por eso arrancamos con la frase de la semana y es la mencionada por la líder de la oposición, la <b>senadora María Fernanda Cabal</b>, al Gobierno del Cambio: “Ojalá conozca a las madres que sufren por la esclavitud de la drogadicción de sus hijos. Viven en el Infierno que ustedes prometen como paraíso”.