Exguerrillero que intentó matar a Pinochet: “a mi padre lo desaparecieron y lo mataron”

Víctor Díaz Caro, exguerrillero que intentó matar a Augusto Pinochet, pasó por los micrófonos de W Fin De Semana para hablar de su papel durante la dictadura en Chile.

Su padre era uno de los líderes del Partido Comunista en el país austral, por lo que, cuando Pinochet tomó el poder, inició una persecución hacia su familia.

“Lo que siempre primó en nuestra casa y reinó la tolerancia, eso fue lo más significativo, no solo en mi vida, sino en la de mis hermanas mayores. Quise también sumarme a lo que ocurría en mi país, entonces ingresé a las Juventudes Comunistas de Chile”, comentó.

“Luego del golpe de Estado cambiaron nuestras vidas. Mi padre era uno de los dirigentes máximos del Partido Comunista (...). Lo detienen, lo desaparecen y lo asesinan, no enteramos casi 30 años después”, añadió.

Además, contó que, como una forma de presionar a su padre, lo comenzaron a buscar a él, pues “era uno de los eslabones débiles” que su papá tenía. Finalmente, mencionó que logró salir como refugiado a Suecia en 1976 y regresó en 1980.

¿Qué fue lo último que habló con su padre?

Relató que las últimas palabras que escuchó de su papá fueron “que tuviera mucho cuidado y que cuidara a mis hermanas y mi madre”.

“Es mañana del 11 de septiembre es inolvidable. Tenía clase, pero ya había mucho movimiento. Él preveía que uno de los eslabones frágiles que tenía era yo, por lo tanto, yo parto con él. Fue la última vez que lo vi y escuché”, indicó.

Sobre la ‘Operación Siglo XX’ de 1986, reconoció que si hubieran matado a Pinochet lo hubieran convertido en un “mártir”.

“Siempre se ha hablado de que fue un fracaso (la operación); no fue así porque se logró el objetivo de eliminar su columna, demostraron cobardía, pero la misión no se completó”, dijo.

Tras este alzamiento en armas, aseguró que solo quedaron cinco personas que estaban destinadas a hacer operaciones antidictatoriales, sin embargo, “uno de ellos cometió un error y nos costó la libertad. Fuimos torturados”.

“Tiempo después logramos salir y cruzamos la Cordillera de Los Andes, luego estuvimos un tiempo en Buenos Aires. Continuamos la lucha en lo personal hasta agosto de 1992. Las condiciones en Chile habían cambiado porque asume Patricio Aylwin”, concluyó.