ONG 350 se manifiesta por una transición energética justa y la defensa del pueblo Yukpa

Helena Müllenbach Martínez, organizadora regional de América Latina para la ONG 350, conversó con La W sobre la audiencia pública ante el Congreso de la República en la que, en compañía de los representantes de 14 comunidades, se hablará sobre las consecuencias de la explotación de carbón a cielo abierto en los departamentos del Cesar y Magdalena.

Para Müllenbach, este es “un momento de gran trascendencia para estas comunidades”, puesto que se está presenciando la implementación del primer piloto de transición energética justa en el corredor minero del Cesar.

A las 2:00 de la tarde de este 2 de noviembre, se llevará a cabo una manifestación en la Plaza de Bolívar para expresar el rechazo a la situación que enfrenta el pueblo indígena Yupka, el cual se ha visto desplazado en más del 85% de su territorio ancestral.

Al respecto, Müllenbach señaló: “Este pueblo indígena se encuentra en un riesgo de extinción, tanto física como cultural, debido a la explotación de carbón a cielo abierto”.

Por esta razón, agregó, la ONG está “exigiendo al Gobierno y a multinacionales como Glencore y Prodeco que se cierren las minas de carbón, que dicho cierre esté respaldado por garantías y que se promueva una transición energética justa, liderada por las comunidades más afectadas por las actividades mineras”.

Según Müllenbach, multinacionales como Glencore han abandonado la región una década antes de lo previsto. Sin embargo, a pesar de la propuesta de un corredor de la vida, aún no existen marcos legales ni políticas públicas que aseguren los derechos de las comunidades afectadas.

En palabras de Müllenbach, “en este momento, observamos que entre 3.000 y 4.000 personas se encuentran desempleadas”.

Por ese motivo, se exige una transición económica que financie el cierre de las minas y la transición hacia fuentes de energía más limpias. Al mismo tiempo, se busca que las comunidades territoriales lideren esta transición y participen en la definición de las reparaciones necesarias para mitigar las consecuencias de la explotación del carbón.

Finalmente, Müllenbach resaltó que más de 17 ríos han sido desviados como resultado de la actividad minera, calificando esto como un ecocidio en estos territorios. Por lo tanto, la ONG 350 aboga por que las comunidades locales lideren estas acciones, lo que les permitirá establecer economías autónomas basadas en la agroecología y contribuir a la restauración de la tierra.