Ascienden a delegado ante la Corte a fiscal grabado en comprometedora conversación
Paulo Xavier Romero grabado pidiendo puestos a un concejal es ahora uno de los fiscales más poderosos del país.
En 2016 la Fiscalía estaba investigado lo que llamó “una empresa criminal” para conseguir puestos, dádivas y recursos en Cartagena.
Entre las ilegalidades estaba la elección irregular de la contralora de la ciudad Nubia Fontalvo y el reparto de puestos para lograrlo.
Una de las evidencias más importantes del proceso fue una grabación entre el concejal conservador Jorge Alonso Useche Correa y el entonces fiscal seccional número 17 de Cartagena Paulo Xavier Romero Julio.
En la llamada, llena de palabras de grueso calibre, el concejal le dice al fiscal Romero que no se dejaron robar la Contraloría y el fiscal le pide puestos al concejal.
El fiscal Paulo Xavier Romero utiliza expresiones cómo “¿Cuánto me va a dar?”, “¿Qué me va a dar”, “¿cuándo le hago llegar las hojas de vida?”, “necesito que le ayuden allá en el concejo y usted conmigo acá en fiscalía”.
–Ya mostramos finura compa, nos la quería robar, un poco de hipócritas estaban ahí y los enfrentamos– dice el concejal
–Entonces ¿Quiénes ganan la contraloría?– pregunta el fiscal
–Nos la ganamos nosotros, esa vaina es de nosotros
–Pero nosotros ¿Quiénes?– pregunta el fiscal Romero
–De los azules con el gobierno
–Los azules nada más con el gobierno – ratifica el fiscal como pidiendo una ampliación de la información
–Y bueno los aliados que nos ayudaron ahí, pero esa es una tarea que hicimos nosotros…con Jose
–¿Cómo quedó la votación? –pregunta el fiscal Romero
–Quedamos once
–¿Once a ocho? – vuelve a preguntar el fiscal
–Once a ocho no, los otros hijueputas son es vivos, cuando vieron que estaban perdidos se fueron
–Ah pero entonces ustedes están demostrando es un…
–Ah pues
–Hoy es viernes, no joda, y este man ya está bebiendo o está alcoholizado –dice el fiscal
–Estamos celebrando la Contraloría con los colegas –afirma el concejal Useche
–Ah sí, bueno, bueno. Oiga compita ¿cuándo le hago llegar las hojas de vida? –pregunta el fiscal Paulo Xavier Romero
–Apenas las tengas listas me las mandas para allá con el que sea, me las mandas para el concejo
–Escucha, escúchame –pide el fiscal– tú sabes que están las dos hojas de vida
–Ajá
–Está la de mi asistente porque necesito que le ayuden allá en el concejo y usted conmigo acá en fiscalía
–Ajá, eso es a Edwin…
–Y usted me dirá: ¿Cuánto me va a dar? ¿Qué me va a dar? –pregunta nuevamente el fiscal Paulo Xavier Romero
–OK, dale. Apenas que me definan el cupo ahí siempre lo voy llevando, a medida que me vayan soltando. Ya con este detalle que tuvimos deben empezar a soltarme algunas cositas –ofrece el concejal– entonces mándeme esa vaina, mándemelas, mándemelas todas en un solo paquete.
–Ah bueno, compita
–Mándamela con tu asistente el martes a las 8:30 pa saber en seguida quién es y hablar con ella
–Ah bueno, compita –repite complacido el fiscal– y bendiciones
–Compa, un abrazo mi hermano
–Bueno, compadrito
Uno de los compadritos, el concejal Jorge Alonso Useche Correa, fue capturado por estos hechos. Pasó un año en la cárcel y salió por vencimiento de términos.
Pero al otro participante en la conversación, el fiscal seccional de Cartagena Paulo Xavier Romero, no le pasó nada.
O mejor dicho sí le pasó: el fiscal general Francisco Barbosa lo nombró este año en uno de los puestos más altos de la entidad. El “compadrito” es desde hace unos meses el fiscal séptimo delegado ante la Corte Suprema de Justicia.
Los fiscales delegados ante la Corte son los de más alta jerarquía después del fiscal y el vicefiscal. Además de ser los mejor remunerados, reciben salario de magistrado de alta corte. Son solo doce y el hombre al que ustedes acaban de oír en la comprometedora conversación es fiscal séptimo delegado ante la honorable Corte Suprema de Justicia.
Ayer llamé al señor fiscal Paulo Xavier Romero para preguntarle por esta llamada y me respondió que sí que el concejal se había ofrecido a ayudarle “porque allá en Cartagena uno ayuda a los amigos” “él me, dijo hombe te ayudo con cualquier amigo” y agregó “allá en provincia, cuando uno ayuda, ellos ofrecen esas cosas”.
También le pregunté por su presunta relación con el exmagistrado Gustavo Malo, condenado como miembro del cartel de la toga. Al respecto me dijo que lo conocía, que eran egresados de la misma universidad pero que nunca tuvo relación con él.
Más de una hora después de esa conversación, cuando ya estaba escribiendo este Reporte, me sonó el teléfono, y era nuevamente el fiscal Paulo Xavier Romero pidiéndome que mencionara que había desatrasado mucho el despacho a su cargo y que había manejado casos importantes.
Después, como quien no quiere la cosa, me dijo que era defensor de “la prensa libre, la prensa justa”. Le pedí entonces que estuviera hoy en la W para responder esto al aire y me dijo “en la actualidad estoy tratando unas investigaciones en las cuales está el nombre suyo”. Y me preguntó si me lo habían notificado.
Le respondí: No me han notificado y además no soy aforado, no me tiene porque investigar un fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia.
La respuesta fue “No, eso es por asignación especial del fiscal general”.
Luego me dijo: “Es el caso de Barranquilla, del hospital metropolitano”
Como les conté el 18 de diciembre del año pasado, aquí en La W, supe que planeaban un montaje en mi contra con el caso de la Universidad y el Hospital Metropolitanos, que he investigado y que causó la condena del senador Eduardo Pulgar.
Anoche le dije al fiscal Paulo Xavier Romero que investigara lo que tuviera a bien y que no creyera que eso me iba a impedir informar sobre él.
Cuando le dije eso me respondió “Yo sé, hasta ahora no hay nada contra usted. Es más, estamos investigando por qué apareció esa nota en ese sitio y por qué ese policía judicial encontró esa nota en un cuarto piso donde no estaba la contabilidad, si supuestamente iban a hacer una inspección judicial a una contabilidad que estaba en el primer piso”.
Si el fiscal Romero pensó que su comentario me iba a impedir que informara sobre él, está equivocado y aquí al aire está la prueba.
Un fiscal seccional grabado en una conversación que motivó la detención de su interlocutor, un concejal, ahora es fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia. Su nominador es el fiscal general Francisco Barbosa. Su jefe inmediato es Gabriel Ramón Jaimes, coordinador de los fiscales delegados ante la Corte Suprema de Justicia.