No hay lugar seguro en la Franja de Gaza: trabajador humanitario

En medio de la guerra que se libra en la Franja de Gaza desde el pasado 7 de octubre, en este momento no han podido entrar decenas de camiones con asistencia humanitaria ni Egipto está permitiendo la entrada de refugiados. Además, la llegada de las ayudas a esta zona se retrasa al menos hasta el próximo sábado 21 de octubre por la inspección de los cargamentos.

La ONU, por su parte, ha confirmado que Egipto e Israel se acercan a un acuerdo para abrir el paso, pues aún negocian la forma de inspeccionar los cargamentos y de trazar un calendario de envíos.

Sin embargo, a medida que pasan las horas, la situación de la población se agrava cada vez más, pues se mantienen sin agua ni electricidad y con pocos alimentos. Entre tanto, Israel sigue bombardeando la Franja de Gaza “a un ritmo no visto en décadas”, según un portavoz del Ejército, con el fin de “preparar el terreno” para la invasión terrestre y “conseguir información sobre los rehenes”.

Es preciso señalar que la decisión de abrir el paso de Rafah le corresponde a Egipto, quien advierte que los recientes bombardeos israelíes lo han dejado intransitable. Por ese motivo, han apurado las reparaciones del pavimento y los accesos.

A propósito de esta situación que se agrava cada vez más, La W conversó con un trabajador humanitario que se encuentra en la zona, cuyo nombre optó por mantener en privado por su seguridad y quien huyó hacia Khan Yunis por orden de las Fuerzas de Defensa de Israel.

El trabajador aseguró que en la Franja de Gaza llevan 14 años viviendo bajo los bombardeos, por lo que esta zona se encuentra absolutamente aislada por el conflicto en curso.

Además, reiteró que la situación es bastante dramática, puesto que no tienen agua ni electricidad y el Internet es limitado, por lo que las comunicaciones son un reto. Adicionalmente, las tiendas y los supermercados ya no tienen casi suplementos y están desabastecidos casi completamente, mientras que el Ministerio de Salud palestino ha informado que siete hospitales ya no pueden prestar servicio debido a los bombardeos, pues ya no tienen gasolina para operar e incluso se ven obligados a tratar a los pacientes sin anestesia.

“He sobrevivido a cinco operaciones en el pasado, pero que esta es la peor. Nunca había visto algo así”, aseguró el trabajador, quien agregó que la Autoridad Palestina también ha dicho que las personas tienen tres litros de agua por día para consumir, que es el 4% de agua recomendada per cápita.

También aseguró que, en este momento, hay más de 4,000 palestinos muertos y 1,400 desaparecidos.

Sobre los palestinos que buscan refugiarse de las bombas, el trabajador aseguró que no hay ningún lugar seguro en la Franja de Gaza: “Ahora mismo, todo está siendo bombardeado: colegios, iglesias, absolutamente todo”.