Internacional

El “gota a gota” llega a Uruguay de la mano de la mafia colombiana

18 colombianos han sido imputados por la justicia de ese país.

Imagen de referencia de gota a gota. Foto: Getty Images. / PM Images

El “gota a gota” llegó a Uruguay a través de organizaciones integradas principalmente por colombianos. Con tarjetas ofrecen créditos instantáneos; sin embargo, a partir del día siguiente exigen que se pague la deuda, la cual tiene una tasa de interés superior a la del Banco Central del Uruguay (BCU). En caso de atrasos, los prestamistas incurren a intimidar a sus “clientes”.

“Hay comunicaciones de inteligencia y de trabajo de la Dirección de Investigaciones de la Policía Nacional con las autoridades de Colombia. Si bien mayoritariamente son colombianos, en algunos casos hay ciudadanos venezolanos y cubanos. Se ha detectado de qué zona de Colombia provienen y el perfil de estas personas”, dijo el subsecretario del Ministerio del Interior, Guillermo Maciel, en la comisión del Senado, añadiendo que no puede revelar los detalles debido a que hay una investigación en curso.

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Además, Maciel afirmó al diario El Observador que estos colombianos no se hacen llamar por sus nombres, sino que cada uno utiliza un alias.

Según dicho Ministerio, esta modalidad de préstamo llegó a Uruguay hace cinco años y ahora mismo se encuentra presente en 14 departamentos, incluyendo Montevideo, la capital.

Las personas que son captadas para unirse al negocio en Uruguay (y otros países de Sudamérica) reciben un capital inicial de 100.000 dólares y se instalan en alguno de los 14 departamento de ese país. Sin embargo, tanto los que entregan las tarjetas a los comerciantes como los que se encargan de cobrar las deudas cambian de departamento cada seis meses.

A finales de septiembre, la justicia de Uruguay imputó a 18 colombianos y a un venezolano por participar de una red organizada de “gota a gota”, con tasas de interés superiores a las que fija el BCU y que intimidaba a los que se atrasaban con los pagos.

La Policía identificó en dos operaciones que la mayoría de estos colombianos llegaron desde el Valle del Cauca.

Si bien no se ha registrado ningún hecho violento para quienes se demoran en pagar los préstamos, los integrantes de la mafia colombiana suelen pasar varias veces en una moto por la casa o el comercio del deudor, un claro acto de intimidación.