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Experta de la ONU pidió prohibir 20 “instrumentos modernos de tortura”

Según su investigación, 335 empresas de 54 países de todas las regiones fabrican o promocionan estas 20 herramientas.

ONU | Foto: GettyImages / Bruce Yuanyue Bi

Una experta de Naciones Unidas pidió prohibir 20 “instrumentos modernos de tortura utilizados por las fuerzas del orden de todo el mundo, algunos de ellos propios de “torturadores medievales”.

“Los elementos en mi lista de artículos prohibidos no son simplemente instrumentos de tortura modernos. Son tan horripilantes como los potros y los aplastapulgares que utilizaban los torturadores medievales”, advirtió Alice Edwards, relatora especial sobre la Tortura, al presentar un informe ante un comité de la Asamblea General de la ONU.

Esas 20 herramientas son “intrínsecamente crueles, inhumanas o degradantes”, al haber sido “diseñadas con el único propósito de causar dolor”, añadió en rueda de prensa.

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La lista incluye instrumentos “antiguos” como porras con pinchos, camas-jaula, aplastapulgares, escudos con espinas, “sjamboks” (látigos tradicionales), “lathis” (largas porras de madera o bambú) e incluso cadenas que atan a los detenidos entre sí.

Algunos “recuerdan las imágenes dolorosas y degradantes asociadas a la esclavitud y la servidumbre”, denunció la experta comisionada por la ONU, que, sin embargo, no habló en nombre de la organización.

Su lista comprende también pasamontañas o vendas para los ojos, así como armas de descarga eléctrica y equipos más sofisticados, como armas de ondas milimétricas.

Ese armamento de energía está “diseñado para calentar la capa superior de la piel cuando se apuntan a una multitud, de modo que la gente se dispersa por el dolor insoportable, sin saber de dónde procede”, explicó.

Además de prohibirlas inmediatamente, pidió a los países que elaboren un inventario de sus equipos policiales y destruyan estos artefactos si forman parte de él.

La experta también pidió un tratado internacional que prohíba su comercio, cuyos “tentáculos se extienden por todo el mundo”, esperando que la Asamblea General de la ONU inicie negociaciones en este sentido.

En términos generales, también habló de un “aumento considerable de las acusaciones de tortura” durante el año pasado, en particular las “relacionadas con la guerra”.

Señaló a Rusia, cuyas fuerzas armadas son objeto de “acusaciones creíbles” en Ucrania: “Mi reciente visita a Ucrania confirmó lo peor, lo que sugiere que la tortura es una política de Estado rusa”.

“La tortura y otros tratos inhumanos también se han observado desgraciadamente en conflictos en Haití, Mali, Birmania, Sudán y Yemen”, añadió, expresando su preocupación por la asiduidad de la “tortura sexual”.