¿Qué pasa al interior de la SIC para que Gobierno esté pensando en sacar a SuperIndustria?

En La W se reveló que el empresario Euclides Torres, quien ha sido mencionado por Nicolás Petro en la Fiscalía General de la Nación, estaría manejando la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC).

Fuentes le dijeron a esta emisora que el exsuperintendente Jairo Rubio, quien fue uno de los muchos abogados de las empresas de Torres en la investigación que hizo la SIC sobre los Centros de Reconocimiento de Conductores, que finalmente cerraron, es la sombra de él en la Superintendencia.

Rubio, hoy en día, es conocido como el abogado más cotizado para casos imposibles y no solo ha tenido éxito en este gobierno, sino en los anteriores.

Por ejemplo, le aprobaron las garantías –que son unos compromisos que hizo Avianca por el caso con Viva Air– con lo que cerraron la investigación. Le dieron poder para las garantías de la investigación contra la Sociedad Portuaria de Buenaventura. Logró que la SIC revocara su propia decisión al no aceptar las garantías de la Dimayor, dándole la razón a Rubio.

Pero, en medio de este último asunto, surgió un nuevo capítulo de esta historia que hace que todo lo que esté pasando en la SIC huela raro. Hace unos días, declararon insubsistente al jefe de asesores del despacho John Marcos Torres, quien, según fuentes, era el que ejecutaba todo lo que mandaba Rubio. Según nos dijo la actual superintendente, María del Socorro Pimienta, la razón de su salida es que quería cerca de personas de su confianza.

Tal era el poder de John Marcos Torres que funcionarios nos aseguraron que él les decía que no siguieran investigando los casos de Rubio, es decir, que cerraran las investigaciones. Él nos respondió que “nunca, ni como delegado ni como jefe de asesores, tomé una decisión donde Rubio fuera apoderado”.

Lo que hemos conocido es que entre los reconocidos abogados Rubio y John Marcos Torres habría una pelea y el hecho se avivó luego de la decisión de la SIC sobre la Dimayor.

Lo que llama poderosamente la atención son algunos nombramientos, en los que habría vasos comunicantes entre Rubio y la actual administración:

• Natalia Alvis, fue nombrada superintendente de Protección al Consumidor, pero como abogada independiente trabajó casos ante la SIC con Rubio y fue designada auditora independiente que debía vigilar las garantías del caso de Centros de Reconocimiento de Conductores, de Euclides Torres.
• Ligia Atehortúa, actual Superintendente Delegada (e) de propiedad industrial, fue secretaria privada y asesora de Rubio cuando él fue Superintendente.
• Cielo Ángela Peña, actual superintendente Delegada para la protección de Datos Personales. Ella fue la jefe de la oficina jurídica de la SIC cuando Rubio fue Superintendente.
• En los últimos días nombraron al sobrino de Jairo Rubio, Juan David Rubio Acevedo, como profesional universitario.

Rubio nos respondió que solo conoce a Euclides Torres desde 2019 por una investigación que abrieron por eventual cartelización, y que más abogados reconocidos también estuvieron trabajando en el caso.

Además, resaltó que le aprueban las garantías porque son técnicas y son una figura avalada en la ley y que sí hay funcionarios que trabajaron con él y están en la actual administración pero que son idóneas.

Eso mismo nos dijo la superintendente Pimienta, quien señaló que las personas técnicas que tengo trabajando con ella son de conocida reputación: “Solo basta preguntar por ellos. Deben conocer a todos los exsuperintendentes. Pero su experiencia e idoneidad es incuestionable”.

En Casa de Nariño ya están enterados de estos asuntos y fuentes nos dicen que están estudiando cambiar a la superintendente de Industria y Comercio, asunto que desconoce el ministro de Comercio, Germán Umaña, pues el presidente no le ha dicho nada sobre cambios en esa entidad.

En medio de eso, María del Socorro Pimienta presentó una carta en la que habla del retén pensional, teniendo en cuenta su edad y que tiene a una persona con incapacidad a su cargo, lo que se ha interpretado por algunos como quererse aferrar al cargo, pues ella ya habría cumplido las semanas necesarias para su pensión y además es de libre nombramiento y remoción.