¿Por qué no debería bañarse todos los días?: Harvard explica las razones

Existen momentos en los que el frío y las madrugadas hacen que muchos se pregunten si realmente vale la pena bañarse. A pesar de ello, Colombia sigue siendo uno de los países del mundo que más suele bañarse todos los días.

De acuerdo con @TheGlobal_Index, una cuenta especializada en cifras corporativas, los colombianos hacen parte de los 3 países que más se bañan diariamente, junto con Italia y Brasil. Esto contrasta con lugares en los que no lo hacen tan seguido, pero, ¿qué es lo mejor para el cuerpo?

Robert H. Shmerling, profesor de la Facultad de Medicina de Harvard y editor de la revista Harvard Health Publishing, explicó los impactos que trae bañarse tan seguido y qué tan necesario es.

¿Por qué las personas se bañan todos los días?

Existen varios aspectos que explican la razón por la que la gente prefiere bañarse todos los días. Las principales razones se relacionan con el olor corporal, aún más cuando se hace ejercicio matutino. Además, muchos también lo hacen para despertar el cuerpo completamente más rápido.

De acuerdo con Shmerling, cada una de las anteriores razones tienen sus ventajas, sobre todo a nivel social; ya que oler bien puede representar higiene personal, aspecto importante en ámbitos personales y profesionales.

No obstante, el profesor de Harvard señala que esto puede tratarse de la influencia del marketing en la cotidianidad de las personas. Las instrucciones del champú, por ejemplo, recomiendan que se aplique el producto dos veces sobre el cuero cabelludo.

Sin embargo, Shmerling explica que: “no hay ninguna razón de peso para lavarse el cabello dos veces en cada ducha, pero se vende más champú si todos siguen estas instrucciones”.

Impactos de bañarse todos los días

Según explicó Shmerling, en su artículo ‘Ducharse a diario: ¿es necesario?’, estos serían los impactos en la salud que podría tener bañarse tan seguido:

• Puede darse una sequedad en la piel, lo que, a su vez, puede producir irritación y picazón.
• La sequedad en la piel, puede generar grietas que permiten la entrada de bacterias y alergenos al cuerpo, lo que se traduce en infecciones cutáneas y reacciones alérgicas.
• Pérdida de microorganismos necesarios en la piel, ya que la suciedad y exposición hacen que el cuerpo genere anticuerpos protectores y ‘memoria inmune’. No obstante, si no hay esa exposición, puede que se reduzca la capacidad del sistema inmunológico.
• El baño con jabones antibacterianos puede alterar el equilibrio de la piel y matar bacterias normales que son importantes.

Entonces, ¿cada cuánto se debe duchar?

Shmerling afirma que, si bien bañarse todos los días no es una amenaza para la salud, hacerlo puede causar problemas en la piel, además de ser una razón de desperdicio de agua.

Por esta razón, explica que no hay una cifra exacta, pero que lo mejor es hacerlo varias veces a la semana, sobre todo, centrándose en las axilas y las ingles. Si hay alguna razón de suciedad particular, que lo ha hecho sudar de más o estar más sucio, puede aumentar la frecuencia.

El dermatólogo y profesor en la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai en Nueva York, Gary Goldenberg, habló con The New York Times y dio algunas recomendaciones importantes para cuidar su piel a la hora de tomar una ducha:

1. Máximo de tiempo: el tiempo en la ducha no debe superar los 10 minutos, debe estar en el rango de los 5 a los 10 min. La razón, según Goldenberg, es que: “entre más tiempo se esté bajo el agua, mayores serán las posibilidades de que la piel se reseque”, afirmó. Además, son una forma de respeto con el medioambiente.
2. Temperatura del agua: aunque muchos suelen preferir los baños con agua muy caliente, la recomendación es tomarlas tibias, puesto que: “las duchas muy calientes tienden a quitar la grasa de la piel y tiende a irritarla”, explicó.
3. ¿En la mañana o en la noche?: de acuerdo con el doctor Goldenberg, la hora no cambia mucho la diferencia. Sin embargo, debido a que transpiramos en la noche, explica que lo mejor es quitarse todo el sudor y las bacterias dándose una ducha matutina.
4. Elegir un buen jabón: lo mejor es elegir un jabón sin fragancia, suave e hidratante.