Magnicidio Carlos Pizarro: Condenan a 20 años de prisión a escolta del DAS

Una juez penal especializada de Bogotá condenó a 20 años y tres meses de prisión al exdetective del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), Jaime Ernesto Gómez Muñoz, por su participación en el magnicidio del candidato de la Alianza Democrática M-19, Carlos Pizarro Leongómez, ocurrido el 26 de abril de 1990, en un avión que cubría la ruta Bogotá – Barranquilla (Atlántico).

Según explicó la juez Gómez Muñoz fue hallado responsable de los delitos de homicidio con fines terroristas agravado, concierto para delinquir y porte ilegal de arma de fuego o municiones de uso privativo de las Fuerzas Armadas.

Igualmente, le impuso una inhabilidad para ejercer derechos y funciones públicas durante 10 años, y fijó una indemnización en beneficio de las víctimas que asciende a 500 salarios mínimos mensuales legales vigentes.

Gómez Muñoz pertenecía al esquema de seguridad del señor Pizarro Leongómez.

“Llevo más de 30 años buscando justicia por el asesinato de mi padre. Hoy tenemos una noticia agridulce: la condena en primera instancia contra el escolta del DAS, Jairo Ernesto Gómez, por homicidio con fines terroristas agravado, concierto para delinquir y porte ilegal de armas. Él disparó contra el sicario que asesinó a mi padre”, dijo su hija María José Pizarro.

Igualmente, publicó en su cuenta de la red social de X (antes Twitter), que “se ratifica nuestra hipótesis: el DAS tuvo responsabilidad en el asesinato de Carlos Pizarro Leongómez”.

Agregó que “no vamos a desfallecer hasta esclarecer la verdad y saber quiénes fueron los máximos determinadores de su muerte”.

La investigación fue adelantado por dos fiscales, uno de la Seccional Chocó y otro de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos, quienes se encargaron de recopilar las evidencias para demostrar la responsabilidad que hoy permitió la condena del escolta de Pizarro.

“Se acreditó que disparó y le causó la muerte a la persona que había atacado con arma  de fuego al candidato presidencial. Esta acción la ejecutó cuando el señalado sicario había dejado en el piso de la aeronave la subametralladora utilizada y levantaba sus manos mientras pedía que le respetaran la vida. De esta manera silenció al autor material del homicidio, quien sería un testigo fundamental para identificar a los determinadores y a otros involucrados en el crimen”, mencionó la Fiscalía en un comunicado.

El proceso se adelantó de acuerdo a la Ley 600 de 2000 (anterior Sistema Penal) y la sentencia fue de primera instancia.